Internacional

Número de desnutridos en el mundo descenderá en 150 millones en 2025

Roma - El perí­odo de precios altos de los productos básicos agrí­colas muy probablemente ha terminado, señalaron la OCDE y la FAO en su informe de perspectivas para los próximos 10 años, según el cual en 2025 el número de desnutridos en el mundo bajarí­a a 650 millones de personas, frente a los 800 millones actuales.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtieron la necesidad de estar alerta, ya que la posibilidad de grandes fluctuaciones de los precios continúa siendo elevada.

El informe OCDE-FAO Perspectivas agrí­colas 2016-2025 prevé que los precios de los productos básicos agrí­colas ajustados a la inflación se mantengan relativamente sin cambios en conjunto durante la próxima década. Sin embargo, se espera que los precios del ganado aumenten en relación a los de los cultivos.

El reporte dijo que a medida que la población cuente con mayores ingresos -en especial en las economí­as emergentes-, la demanda de carne, pescado y aves de corral experimentará un fuerte crecimiento.

A nivel mundial, se prevé que el aumento de la demanda de alimentos y piensos para una creciente y más opulenta población se cubra principalmente a través de incrementos de la productividad. Se espera que las mejoras de rendimientos representen cerca del 80 por ciento del crecimiento en la producción agrí­cola.

Según el análisis de referencia realizado en las Perspectivas, suponiendo que no se produzcan cambios en el presente escenario, el crecimiento previsto de la disponibilidad de alimentos se traducirí­a en una reducción del número de personas subalimentadas en el mundo de alrededor de los 800 millones de hoy a menos de 650 millones en 2025.

El análisis indicó que en ífrica subsahariana la tasa de subalimentación se reducirí­a del 23 al 19 por ciento. Pero debido al rápido crecimiento demográfico, la región seguirá contando con una proporción creciente de la población mundial ví­ctima del hambre.

Esto implica que, sin medidas contundentes para salir del escenario actual, no se erradicará el hambre en 2030 -como señala uno de los objetivos adoptados recientemente por la comunidad internacional- lo que hace necesario actuar con decisión.

El informe de este año presta atención especial a las perspectivas y desafí­os de la agricultura en ífrica subsahariana. El desarrollo del sector agrí­cola de ese continente viene determinado por el aumento de la clase media y la rápida urbanización, así­ como el mayor interés comercial en los recursos y tierras de cultivo africanas.

La OCDE y la FAO apuntaron que el grueso de las exportaciones de productos básicos continuará teniendo origen en unos pocos paí­ses. Las importaciones, sin embargo, estarán mucho menos concentradas. Aunque se prevé que China siga siendo un mercado clave para algunos productos, en particular la soya.

En la presentación en Roma de las Perspectivas agrí­colas, el secretario general de la OCDE, íngel Gurrí­a, aseguró: "A pesar de que asistimos a un perí­odo de menores precios agrí­colas, tenemos que estar alerta, ya que los cambios en los mercados pueden ocurrir rápidamente".

Resaltó que la prioridad para los gobiernos en el contexto actual es implementar polí­ticas que incrementen la productividad agrí­cola de manera coherente y sostenible.

"Es necesario un crecimiento significativo de la producción para satisfacer la creciente demanda de alimentos, piensos y materias primas para usos industriales, y todo ello debe hacerse de manera sostenible", dijo por su parte el director general de la FAO, José Graziano da Silva.

Según el informe, se espera que el comercio agrí­cola mundial crezca un 1.8 por ciento anual en volumen durante los próximos 10 años, en comparación con el 4.3 por ciento anual durante la última década y que los precios al consumidor de los alimentos sean menos volátiles que los precios de los productores agrí­colas en la próxima década.

En los paí­ses en desarrollo se calcula que el consumo de azúcar aumentará en un 15 por ciento per cápita y el de los productos lácteos en un 20 por ciento durante el perí­odo de la proyección y se prevé que la producción agrí­cola aumente en torno al 1.5 por ciento anual a nivel mundial y en Asia meridional y oriental.

Según el reporte, en América Latina, el cultivo de soya protagonizará la mayor parte del aumento estimado del 24 por ciento de la superficie cultivada en los próximos 10 años