Unas 100.000 personas han huido de sus hogares en el norte de Siria, informa la ONU, mientras Turquía continúa con su ofensiva transfronteriza en las zonas controladas por los kurdos.

  La ONU dice que muchas personas se refugian en escuelas u otros edificios en la ciudad de Hassakeh y la ciudad de Tal Tamer.

  Turquía tomó medidas el miércoles después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retirara a las tropas estadounidenses del área.

  Al menos 11 civiles han muerto. Los grupos humanitarios dicen que el número de personas afectadas aumentará aún más.

  Docenas de combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) lideradas por los kurdos y facciones pro-turcas han sido asesinados. La primera muerte de un soldado turco fue confirmada por el ejército de Turquía.

  Los analistas dicen que la retirada de Estados Unidos en efecto le dio luz verde a Turquía para comenzar su asalto transfronterizo.

  Gran parte de la región ha estado fuera del control del gobierno sirio como consecuencia de la guerra civil que comenzó en 2011. Ha sido controlada por las SDF desde 2015.

  Las SDF han sido aliados clave de los EE. UU. En la batalla contra el grupo del Estado Islámico (IS), pero Turquía considera a las milicias kurdas de las SDF como "terroristas" que apoyan una insurgencia anti-turca.

  Turquía defendió su ofensiva como un intento de crear una "zona segura" libre de milicias kurdas que también pudieran albergar a refugiados sirios.

  "No lo detendremos sin importar lo que digan", dijo el viernes el presidente Recep Tayyip Erdogan.

  Una de las principales preocupaciones de la comunidad internacional es el destino de miles de presos presos del Estado Islámico, incluidos muchos ciudadanos extranjeros, que son custodiados por las fuerzas dirigidas por los kurdos en la región.

  El viernes, IS dijo que había colocado un coche bomba que mató a seis personas, civiles y miembros de las fuerzas de seguridad, en la ciudad fronteriza de Qamishli el viernes.

  Mientras tanto, los medios estadounidenses informan que ocurrió una explosión cerca de una base estadounidense en Kobane, pero no se han reportado heridos.

  El jueves, las tropas turcas rodearon en parte las ciudades de Ras al-Ain y Tal Abyad.

 Pero mientras el ejército turco dijo que su operación iba a planearse, fuentes y activistas kurdos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR) dijeron que la ofensiva no había progresado mucho.

  Aviones de combate turcos han atacado objetivos en ambas ciudades, y las imágenes de video han mostrado columnas de humo elevándose sobre ellos. El único hospital público de Tal Abyad se ha visto obligado a cerrar.

  La Media Luna Roja Kurda dijo que hasta el momento se habían confirmado 11 muertes de civiles y 28 heridos graves, principalmente en Ras al-Ain y otra ciudad fronteriza, Qamishli. Algunos son niños.

 Según los informes, al menos cinco personas, incluido un bebé sirio, fueron asesinadas en el bombardeo kurdo de las ciudades fronterizas turcas.

  El SOHR informó al menos 29 muertes entre las SDF y 17 entre los rebeldes sirios pro-turcos (conocidos como el Ejército Nacional Sirio), ya que más de 10 aldeas cayeron en manos turcas.

 En un informe posterior, dijeron que siete miembros de las fuerzas pro-turcas, incluido un soldado turco, habían muerto cuando las SDF retomaron una aldea en la región de Tal Abyad.

 El ejército de Turquía confirmó la muerte de un soldado y dijo que otros tres habían resultado heridos.

  La agencia de noticias Anadolu de Turquía dijo el jueves por la noche que 228 militantes kurdos habían sido "neutralizados" desde el inicio de la operación.

 Los informes de víctimas no se pudieron verificar de forma independiente.

¿Qué pasa con las personas desplazadas?

Se está desarrollando una crisis de refugiados. La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) dio la cifra de 100,000, pero los grupos de ayuda dicen que hasta 450,000 personas podrían verse obligadas a mudarse.