Este fin de semana el gobernador del estado Jaime Rodríguez Calderón El Bronco realizó una gira por el sur de Nuevo León que incluyó a Galeana el municipio donde nació y pasó su niñez según tenemos entendido. Por lo tanto era de esperarse que el gobernador hiciera algún ofrecimiento de ayuda para el desarrollo de esa región y que hiciera también algún ofrecimiento extra, digámoslo así, a la inversión que pudiera hacer su gobierno.
Sí lo hizo y prometió, por ejemplo construir cines para el esparcimiento de la gente que cobraran barato a "la raza" para que cada fin de semana puedan ir a ver "películas de estreno", dijo El Bronco. Por supuesto también habló de diferentes proyectos de infraestructura y obras diversas. Sin embargo, al hacer todo esto el gobernador se vio un tanto como con sentimiento de culpa, como si el hacer obras o ayudar a la gente estuviera prohibido o fuera en contra de laguna regla o alguna concepción de cómo se debe gobernar. El Bronco dijo, "No quiero ser una gobernador asistencialista...no me vean como Santa Clos...".
El temor a ser juzgado así proviene de una ideología fácilmente identificable, la del conservadurismo fiscal. La creencia de que la misión más importante de un gobierno no es el desarrollo y bienestar de su pueblo sino el "equilibrio de las finanzas". Es muy sabido que esa ideología es típica en personajes como el Coordinador Ejecutivo Fernando Elizondo. Sin embargo, no tiene por qué ser la ideología del gobernador o al menos no debería de guiarlo en sus acciones. í‰l está en su puesto para llevar a Nuevo león a un mejor nivel en su desarrollo y en su felicidad. Las finanzas equilibradas no son el primer compromiso que él tiene. El déficit social, de empleo, de seguridad etc. es más importante que el déficit financiero.