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Los demócratas tiemblan con las "primarias de la jungla" de California

Los demócratas tienen la misión de volver a ser mayoría en el Congreso de Estados Unidos y su cruzada pasa por conquistar escaños que hoy están en poder de los republicanos en lugares donde los primeros son más poderosos, como California.

Con una economía de escala mundial, bastión demócrata y férreo opositor al gobierno de Donald Trump, el estado más poblado de Estados Unidos celebra este martes sus primarias, que a diferencia del resto del país, parecen más la primera vuelta de una elección general.

Los partidos no hacen procesos separados, sino que, según una ley de 2010, hay una sola boleta en la que los dos candidatos más votados pasan a los comicios de noviembre, sin importar la organización en la que militan.

Es decir, demócratas y republicanos no tienen garantizada su presencia en el tarjetón final. Por eso las llaman "primarias de la jungla" y generan mucha angustia y ansiedad entre candidatos y electores.

"Es un sistema que puede crear caos", dijo a la AFP Elaine Kamark, del centro de investigación Brookings en Washington DC.

No hay duda de que California es el estado más anti-Trump del país: desde que el mandatario llegó a la Casa Blanca, se han enfrentado en temas como inmigración y medio ambiente.

"Hay razones para creer que a los demócratas les irá bien", añadió Kamark.

En las elecciones de este 5 de junio, los californianos escogerán los candidatos para gobernador, los 53 escaños de la Cámara de Representantes y uno de sus dos puestos en el Senado.

Alabama, Iowa, Mississippi, Montana, Nueva Jersey, Nuevo México y Dakota del Sur también celebran el martes primarias.

- Los distritos clave -

La oposición a Trump generó una excitación colectiva y muchos candidatos decidieron lanzarse.

Por ejemplo, en la primaria para sustituir al gobernador saliente Jerry Brown, hay 27 candidatos, con el vicegobernador y exalcalde de San Francisco Gavin Newsom al frente en las encuestas, seguido por el exalcalde de Los Ángeles Antonio Villaraigosa, también demócrata y que apuesta por el voto latino, y el republicano John Cox.

Pero el mayor nerviosismo está en las candidaturas al Congreso. Los demócratas necesitan 24 escaños para asumir el control de la Cámara de Representantes y 28 para hacerse con el Senado.

Para el único escaño de la senadora Dianne Feinstein, que busca la reelección, hay una treintena de candidatos.

Los demócratas tienen el ojo puesto en siete distritos con representantes republicanos, que Hillary Clinton ganó en las presidenciales de 2016.

Pero son tantos los candidatos inscritos, que el miedo es que aún teniendo la mayoría del voto termine dividiéndose para que dos republicanos avancen.

"La emoción del lado demócrata y la ira contra el presidente Trump incentivó muchas candidaturas. Esto habla bien de los demócratas, pero es desventajoso por la estructura electoral" en el estado, explicó Louis DeSipio, profesor de la escuela de Ciencias Políticas de la universidad UC Irvine.

- "Desorganización y fragmentación" -

A diferencia de otros países de América Latina y Europa, los partidos no tienen control sobre los candidatos que se postulan bajo su bandera.

Los dirigentes de las toldas políticas intentan disuadir a los candidatos para reducir el número, pero sin éxito.

Y el problema no es solo de los demócratas, las candidaturas republicanas también son masivas.

"Puede ser un problema para los republicanos tanto como para los demócratas", indicó Eric McGhee, del Instituto de políticas públicas de California, señalando que de pasar dos candidatos del mismo partido por ejemplo en el caso del conservador condado de Orange, es más probable que sean republicanos.

Además, hay más presión en la oposición porque una derrota "simbolizaría -en los medios- la desorganización y fragmentación del partido en la era Trump", según Julian Zelizer, profesor de historia y asuntos públicos en la Universidad de Princeton.