Julio 6 de 1878, nace en San Andrés Chalchicomula, Puebla, Guillermo Tritscheler y Córdova, quien sería sacerdote y Arzobispo de Monterrey. Hijo menor del matrimonio formado por Martin Trischeler y Rosa María Córdova, a pesar de quedar huérfano de madre durante su infancia, tuvo en su tío, el pbro. Prisciliano Córdova que dirigía el Seminario de Puebla, el mejor apoyo, pues como tutor lo educó en la fé y le envió a estudiar a la ciudad de Roma, Italia. En ese ambiente creció y estudió hasta doctorarse en Teología, por la Universidad Gregoriana de Roma en el año de 1902.
Con ese título de Doctor regresó a su tierra y se encontró con la noticia de que un hermano suyo, Martín Tritscheler era obispo de Yucatán. Esto desde luego le facilitó las cosas para ordenarse de sacerdote dos años después.
Lo nombraron maestro de la Universidad Pontificia de México en el año de 1911, durando en la cátedra por largos veinte años. Continuó su crecimiento, y así en 1916 Tritschler fue nombrado “Padre Espiritual”, y luego de dos décadas en ese estatus, lo nombraron Canónigo Penitenciario de la Catedral Metropolitana de México.
Cuando hubo una coyuntura fue preconizado por el papa Pío XI como obispo de San Luis Potosí, pero el padre Tritschler declinó ese nombramiento, sin embargo, su renuncia no fue aceptada, y su hermano Martín Tristschler una vez más le dio el título en el año de 1931.
Su gestión fue muy exitosa, continuando con las obras de la Catedral de Matehuala, y concluyó la Iglesia del Señor del Saucito. Estaba muy identificado con la grey potosina, cuando el arzobispo de Monterrey, José Guadalupe Ortiz y López renunció, y el papa Pío XII lo nombró titular de ese sitial en el año de 1941, llegando a Monterrey a tomar posesión en el mes de junio de ese mismo año.
Desde el primer día, el arzobispo Guillermo Tristchler y Córdova se aplicó en la restauración de la Catedral regiomontana, ordenando realizarse las pinturas de los murales del presbiterio, y construyó el edificio anexo a la Catedral. Además se empeñó en construir un nuevo templo, el de la Purísima Concepción, siendo el primero en México con estilo modernista, y su construtor, el arquitecto Enrique de la Mora, obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura, enmarcado por la consagración del bello templo, el día 14 de febrero de 1946. En otra de sus actividades, el arzobispo Tritschler y Córdova siempre estudiaba historia, por lo que en 1940, fue nombrado socio de número de la Academia Mexicana de la Historia. Doce años después, en julio de 1952, con 74 años de edad, el arzobispo de Monterrey, Guillermo Tristchler y Córdova, regresó al rebaño de Jesús, siendo sepultado en la Basílica de Nuestra Señora del Roble, y en 1964 sus restos fueron trasladados a la Cripta de los Obispos, ubicada en la Catedral de Monterrey. Como dato adicional, durante la exhumación de sus restos, se vio que su cuerpo estaba en un estado incorrupto, 35 años después de haber sido sepultados, por lo que en 1995 de inició un proceso para su beatificación, pues se consideró un milagro.
