24/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Marzo 7 de 1954: anuncia el gobernador José Santiago Vivanco Lozano que el presidente Adolfo Ruiz Cortínes da su visto bueno al proyecto de construir una presa en el municipio de Linares para almacenar agua que se traería hasta la sedienta ciudad de Monterrey. Esto generó que el aparato gubernamental federal se moviera para concretar la buena voluntad presidencial de apoyar el crecimiento de Monterrey, agilizando el proyecto ejecutivo.

La obra llevaría el nombre de Presa Cerro Prieto, y su cortina estará al sur del casco municipal de Linares. Sin embargo, a pesar de que la obra fue autorizada por el Presidente, los recursos económicos no alcanzaban a cubrir todas las necesidades nacionales, por lo que las inversiones estaban muy restringidas. Y la obra se difirió hasta que –sexenios después- coincidieron en el poder el presidente López Portillo y el gobernador Alfonso Martínez Domínguez, quienes hicieron lo necesario para convertir en realidad ese sueño regiomontano de contar con nuevas fuentes de agua. Además de la gigantesca obra ingenieril, se instaló una señora tubería para edificar un señor acueducto desde Cerro Prieto hasta Monterrey, más una gran planta potabilizadora, y las líneas de conducción de agua potable hasta los domicilios…