CIUDAD DE MEXICO - La basura electrónica está aumentando en forma acelerada en México durante la pandemia de Covid-19 en paralelo con la compra de nuevos aparatos digitales como computadoras, ordenadores portátiles conocidos como "laptop", tabletas y teléfonos inteligentes.
De acuerdo con especialistas y funcionarios vinculados a temas ambientales, se estima que para 2026 los residuos electrónicos podrían sumar 1,3 millones de toneladas anuales en este país, es decir el triple del volumen registrado en 2018, de 1,1 millones.
De acuerdo con el ministerio del Medio Ambiente y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en México (PNUD), el descarte de dispositivos digitales inservibles ha sido impulsado por el teletrabajo y la educación a distancia durante la peste.
"El aumento en las actividades de casa tanto escolares como de oficina empuja el uso y adquisición de componentes electrónicos, que se incrementó un 75%", según fuentes oficiales.
Ricardo Ortíz, director general de Gestión integral de Materias y Actividades Riesgosas del ministerio del Medio Ambiente, señaló que "al final de cuentas estos componentes tienen un período de vida útil y terminarán siendo residuos".
México se ubica, desde 2019, como el tercer productor de residuos eléctricos y electrónicos en el continente americano, por debajo de Estados Unidos, que desecha 6,9 millones de toneladas métricas (siete veces más) y de Brasil, con 2,1 millones (el doble).
La mayoría de los artefactos descartados en México (43%) son televisores, seguidos de monitores (28%), pantallas de cristal líquido o plasma (13%) y ordenadores de escritorio o portátiles (12%).
De acuerdo con el informe Global E-waste Monitor 2020, que brinda un panorama sobre los desechos electrónicos en el mundo, en 2019 se impuso un nuevo récord de 53,6 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos generados en todo el planeta.
La cifra indica que cada persona en el mundo genera alrededor de 7,3 kilos de este tipo de desechos.
América es continente que más basura electrónica genera (13,1 millones) después de Asia (24,9 millones) y arriba de Europa (12 millones).
Los productos desechados -computadoras y teléfonos móviles- representan un peligro para el entorno pues contienen sustancias tóxicas y peligrosas como el mercurio, los retardantes de llama bromados (BFR) o los cloroflurocarbonos (CFC).} Estos productos "representan un grave riesgo para la salud humana si no se manejan de manera responsable", según el reporte.
México genera un promedio de entre 7 y 10 kilos de desechos electrónicos por habitante, según expertos del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El investigador Heberto Ferreira afirmó que este país latinoamericano contribuye con un millón de toneladas de basura electrónica al año.
"Además de la poca conciencia entre los usuarios, el problema en nuestro territorio es que no hay regulación suficiente, ya que, en algunos países sudamericanos como Argentina, hay hasta 20 o 30 leyes, mientras que en México sólo hay una, que no está actualizada y es muy laxa", señaló.
El experto considera que también "faltan incentivos para las empresas, con el fin de que el mercado tenga una razón para reciclar: darle estímulos a quienes pongan una recicladora para que los componentes no se descarten de inmediato".
Otra de las razones del crecimiento exponencial de los residuos de este tipo se deriva de que en México "simplemente no reciclamos" por lo que se desechan sin más pantallas, celulares y hornos de microondas, entre otros.
Uno de los aspectos más preocupantes de este tipo de contaminantes es el de los metales pesados, pues afecta los mantos freáticos, los más susceptibles y de donde se extrae el agua para consumo, de acuerdo con los entendidos.
El caos más crítico es el de las baterías, que son altamente contaminantes, pues "una vez que su energía se agota, presentan una reacción química que no es controlable, sin contar que sólo es posible reciclar algunas de sus partes".
