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La legendaria actriz francesa Jeanne Moreau muere a los 89 años

 

 

 

La emblemática actriz francesa Jeanne Moreau, musa de la Nouvelle Vague y protagonista de algunas de las películas más aclamadas por la crítica del siglo XX, murió a los 89 años, informó su agente este lunes.

Esta artista conocida por su voz grave fue uno de los iconos femeninos de la década de 1960, llevando osadía y profundidad a una serie de obras maestras cinematográficas, incluyendo "Ascensor para el cadalso" de Louis Malle, con la que saltó a la fama, y "La bahía de los Ángeles" de Jacques Demy.

La que fue, según el director estadounidense Orson Welles, "la mejor actriz del mundo", fue hallada muerta este lunes en su domicilio parisino.

"Se ha ido una parte de la leyenda del cine", declaró el presidente francés, Emmanuel Macron, en un comunicado en el que describió a Moreau como una mujer "libre" "rebelde" y "al servicio de las causas en las que creía".

La ministra de Cultura, Françoise Nyssen, agregó: "Ella se ha ido, pero su voz, su genialidad, su visión del mundo prevalecerán".

- Rostro de la Nouvelle Vague -

Moreau, que actuó en más de un centenar de películas en sus 65 años de carrera, fue una de las musas del movimiento cinematográfico de la Nouvelle Vague, que revolucionó al cine francés a finales de los años 50.

Trabajó con gigantes del cine como François Truffaut ("Jules y Jim"), Luis Buñuel ("Diario de una camarera"), Jean-Luc Godard ("Una mujer es una mujer"), Michelangelo Antonioni ("La noche"), entre otros.

Pasó además detrás de la cámara en dos ocasiones. En 1976 dirigió el filme "Lumière" y en 1979 "El adolescente", con Simone Signoret.

A esto se suma una gran experiencia en el teatro, su primer amor, en el que dio vida a textos de Jean Cocteau, Frank Wedekind o Heiner Müller, bajo la dirección de los más grandes directores (Brook, Vitez, Régy, Grüber).

Con su voz inimitable, incursionó también en el mundo de la canción, como lo demuestra su interpretación de "Le Tourbillon", el tema de la película "Jules et Jim", o la canción del largometraje "India Song", de su amiga Marguerite Duras.

"Tengo dentro una especie de energía que no controlo", explicaba esta artista para la que el cine "no era una carrera sino una vida".

- Gran seductora -

Jeanne Moreau se casó dos veces, la primera muy joven en 1949 con el cineasta Jean-Louis Richard, con el que tuvo un hijo, Jérôme, y en segundas nupcias con el director de cine estadounidense William Friedkin, del que se separó al cabo de dos años.

Pese a sus dos divorcios no dejó de buscar a lo largo de su vida un "amor profundo" en numerosas relaciones sentimentales, incluyendo una con el cineasta Louis Malle y el diseñador Pierre Cardin.

"Mi vida estuvo llena de experiencias para aprender lo que es amar", decía. "Es muy difícil decir 'sé lo que es el amor'. Es como un paraíso perdido del que fuimos expulsados".

Repetía a menudo que era ella quien ponía fin a sus relaciones, ya que prefería abandonar que ser abandonada.

Su ruptura con Malle fue particularmente difícil. "Los amantes" fue "la primera película hecha para mí. Es un encuentro con el amor", señaló, estimando que el filme no habría salido a la luz si ella y su director no hubiesen sido amantes en la vida real.

Su encuentro con Pierre Cardin, cuya homosexualidad no era un secreto, fue amor a primera vista. "Lo vi y fue inmediato. Quería volverlo a ver", le contó a Marguerite Duras. "Sabía que podía amar a una mujer. Debía ser paciente, suave, no hacerle tener miedo".

- Rebelde e inconformista -

Jeanne Moreau, que en 2001 se convirtió en la primera mujer nombrada en la Academia de Bellas Artes de París, interpretó en la pantalla grande a varias mujeres rebeldes, inconformistas y marginales.

En "Moderato cantabile" de Peter Brook, que le valió el premio de interpretación femenina en el Festival de Cannes en 1960, dio vida a una mujer de la burguesía insatisfecha, atormentada y disconforme.

En "Jules y Jim" (1962), una de las películas más emblemáticas de la Nouvelle Vague, encarnó a una mujer libre y moderna. Y en "La novia vestía de negro" (1967) mató fríamente a cinco hombres por venganza.

Su labor fue recompensada en las dos últimas décadas de su vida con importantes premios. En 1998 recibió un Oscar honorífico al conjunto de su carrera de manos de Sharon Stone y 10 años después un "Super César" de honor de la Academia francesa.

"Para mí el cine nunca ha sido una industria", dijo en una ocasión. "No me importa mi valor" en la taquilla.

Moreau, que se retiró a los 87 años, pensaba que con el tiempo y el éxito hacer su trabajo se estaba volviendo "cada vez más difícil" sobre todo ante la "tentación (...) de hacer cualquier cosa para agradar al público en lugar de hacer aquello con lo que estamos profundamente de acuerdo".