19/Apr/2024
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Concursan para fabricar robots lunares

 

La Universidad Autónoma de Nuevo León es sede de la convocatoria nacional con más de 300 jóvenes del país, quienes buscan superar etapas de modelación y construcción de robots funcionales en suelos lunar y marciano.

Los Lunojod 1 y 2 rusos alunizaron en la década del setenta. En este siglo, el estadounidense Sojourner, de la misión Pathfinder, logró el amartizaje.

¿Se imaginan que los próximos astromóviles o robots en pisar suelo lunar o marciano sean de inventiva mexicana?

El Instituto de Astronomía de la UNAM, en Ensenada, y la Agencia Espacial Mexicana (AEM) tienen ese ambicioso plan, promoviendo así el concurso nacional Hacia una Base Lunar.

La Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), a través de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, es sede de la primera etapa de la competencia, del 19 al 21 de junio, en la que participarán más de 300 estudiantes en 56 equipos, provenientes de 13 estados de la República Mexicana.

En el Centro de Internacionalización de la UANL, acuden hasta tres representantes de cada uno de los más de 50 equipos para conocer los pormenores del concurso, la definición de cada proyecto, la misión, cómo van a calificar y qué características tendrán los telerrobots.

En la segunda etapa, que se celebrará del 28 al 30 de octubre en Puebla, se seleccionarán los mejores 20 proyectos que pasarán a una etapa final de los prototipos y que será evaluada. Mientras que la tercera etapa se realizará en marzo de 2020 en Ensenada, Baja California.

La iniciativa es mexicana, no está relacionada a ninguna agencia espacial y es la primera en su tipo en el país.

La doctora Aída Nava, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM Campus Ensenada, y directora del concurso, comentó en entrevista que los equipos están conformados por un mínimo de tres y un máximo de siete estudiantes.

Los equipos con seis estudiantes deben contar con una mujer; y los de siete estudiantes con dos mujeres. Al menos un alumno deberá poder relacionarse y escribir en inglés. Todos los equipos deben contar con un asesor, maestro o investigador que cuente al menos con una licenciatura.

“Ellos tienen que construir un telerrobot de aproximadamente 50 kilogramos, que será teledirigido desde un cuarto de control. La misión es recoger rocas de cierta masa en un terreno simulado lunar de 30 por 30 metros y contará con montículos, cráteres y rocas enterradas”.

“El telerrobot tendrá que recoger una masa de un kilogramo en tres áreas diferentes del terreno. Tendrá que poder trasmitir imágenes, establecer un mapa de la ruta, medir la temperatura e inclinación, así como la masa de la roca recogida”, detalló Nava.

Nava agregó que cada equipo tiene 15 minutos para realizar la prueba y que, además, habrá una prueba de falla simulada, donde les van a cortar la comunicación para ver si pueden recuperar el telerrobot.

En esta, su primera etapa en la UANL, cuenta con la participación de personalidades en el ámbito de los proyectos espaciales, presentando así sus avances tecnológicos el subdirector de Relaciones Internacionales de la National Space Society, Alfred Anzaldúa; David Cheuvront, líder técnico en pruebas de la Estación Espacial Internacional y jubilado de la NASA; y el director del Pacific International Space Center for Exploration Systems (PISCES) en Hawaii, Rodrigo Romo, quien es de origen mexicano.

Además participan académicos e ingenieros del país provenientes de universidades e instituciones como la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), INAO, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), y la Agencia Espacial Mexicana.