23/Apr/2024
Editoriales

El origen de Corea

El nombre de esta península, ahora dividida en dos naciones, viene de la mitad del siglo I antes de Cristo, cuando un jefe de los Ut-Su, tribu que vivía entre las montañas y el mar de Japón, fundó el reino de Korai, Kori o Kau-Le. En 668 los chinos destruyeron el reino de Kori convirtiéndolo en provincia, aunque sin poder dominar a una parte de la población que se refugió en las montañas, donde nació otro reino, el Po-Hay.

En 904, Wang Kong fundador de la dinastía Koryo o Kori, recuperó la independencia, convirtiéndose de conquistado en conquistador, sometiendo a las demás poblaciones de la península; de allí deriva el nombre occidental de “Corea”. Por cierto, el primer explorador que le llamó Corea, fue Marco Polo, a fines del siglo XIII. Algunas versiones dicen que fueron los portugueses quienes tomaron el nombre de Korea en el siglo XVI, como derivado de la dinastía Koryo que reinó del año 918 hasta 1392. El nombre de esta dinastía puede traducirse como “Grande y Hermoso”.

Otros dicen que es: Alto y Claro. En 1597, Toyotomi Hideyoshi –líder militar japonés- acababa de reunificar a su país, y ya entrado en gastos conquistó Shohon con el pretexto de invadir China, pero esto hizo que todos los coreanos, incluyendo a los monjes budistas, se alistaran para combatirlos, por lo que Hideyoshi se conformó con llevarse tesoros. La división de las dos Coreas se concretó el 15 de agosto de 1948, quedando como capitales en el norte, Pyongyang; y en Corea sur, Seúl. Saber el origen de los coreanos es importante para los nuevoleoneses, pues sus inversiones locales en materia industrial han propiciado una importante migración que rápidamente nuestra sociedad la está metabolizando, originando un mestizaje bicultural.