México - El vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, opinó que se debe dar el beneficio de la duda a la gestión del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al considerar que tendrá los suficientes contrapesos para gobernar bien.

En entrevista consideró que guste o no, se debe respetar la democracia estadunidense y su decisión al elegir a Trump, así­ como aceptar con serenidad su gestión, pues "una cosa es un candidato y otra tener el puesto de presidente".

"Siguiendo nuestra tradición, como Benito Juárez decí­a, el respeto al derecho ajeno es la paz, en este caso el pueblo estadunidense ha decidido que el señor Trump sea su presidente y me parece que más allá que nos guste, o no, es otro paí­s y es su decisión", dijo.

De acuerdo con Hugo Valdemar, si bien en su campaña el candidato del Partido Republicano hizo amenazas absurdas, como la de expulsar a 11 millones de indocumentados, construir un muro o deshacer el Tratado Libre Comercio, "los mexicanos debemos estar tranquilos".

No se eligió a "un emperador al estilo de la vieja Roma o dictador, es un presidente de un paí­s democrático, que tiene contrapesos muy eficaces, muy claros", destacó.

Insistió en que se debe esperar a que una vez que asuma el cargo, sus declaraciones se moderen y haya un buen entendimiento con México, porque "hoy por hoy somos un vecino y socio comercial imprescindible para los Estados Unidos".

Hugo Valdemar sostuvo que una cosa es un candidato y otra un jefe de Estado o presidente, por lo que se debe esperar a que inicie su mandato.

"Mucho de lo que dijo fue para ganar el voto duro de los estadunidense, pero no todo lo que dijo es factible a realizar porque afectarí­a a los mismos Estados Unidos, que son a los que pretende apuntalar", reiteró.

En cuanto a los compatriotas indocumentados que se encuentran en Estados Unidos, expresó que deben estar tranquilos, pues sin ellos se colapsarí­a la economí­a del vecino paí­s.

"Que se sientan tranquilos, es normal que tengan miedo, que se sientan sin esperanza, pero una palabra de la Iglesia es que estén tranquilos, porque no son factibles muchas de las amenazas que hizo en campaña y que era eso: campaña, pero la realidad no permite realizar esas amenazas", sostuvo.

"No es un retroceso aceptar el resultado de una elección que favoreció a una persona elegida libre y democráticamente por su pueblo, que no nos guste el ganador no quiere decir que la democracia se acabó, debemos ser respetuosos con lo que los norteamericanos han decidido", finalizó.