24/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Abril 10 de 1919: Muere asesinado en la Hacienda Chinameca en una cruel emboscada el famoso líder revolucionario Emiliano Zapata Salazar. Nació el 8 de agosto de 1879, en Anenecuilco, Morelos, hijo de los campesinos Gabriel Zapata y Cleofas Salazar. En 1906 -tenía 27 años de dad- comenzó su vida pública cuando fue a Cuautla a una reunión en donde mostró su liderazgo natural defendiendo las tierras de los campesinos contra el régimen de Porfirio Díaz. En 1908 se inscribió en el Ejército destacado en Cuernavaca, pero a los seis meses lo abandonó ante las propuestas de Ignacio de la Torre (yerno de Díaz) de ser su caballerango personal en la Ciudad de México. Cuando lo eligieron en septiembre de 1909 presidente de la Junta de Defensa de las tierras de Anenecuilco, se vinculó con el ideólogo de izquierda Ricardo Flores Magón y apoyó a Patricio Leyva en las elecciones de gobernador del estado, quien perdió frente al candidato oficial Pablo Escandón.

Luego se incorporó al Plan de San Luis e inició la revolución en la región sur del país a favor de Francisco I. Madero, sólo que cuando éste se convirtió en Presidente, le exigió el reparto prometido de tierras y al no tener respuesta expedita, Zapata se levantó en su contra tomando Cuautla, Cuernavaca y Yautepec. En noviembre 28 de 1911 promulgó el Plan de Ayala, y de inmediato formó el ejército libertador del sur combatiendo a Madero y luego luchando contra Victoriano Huerta, el presidente que asesinó a Madero, a quien derrocaron en 1914 los diversos revolucionarios convocados por Venustiano Carranza. Pero después, en 1914, Zapata participó en la Soberana Convención Revolucionaria de Aguascalientes, junto a Pancho Villa para combatir a Venustiano Carranza. Luego de que los villistas fueron derrotados en 1915 por el presidente Carranza, vía el sonorense Álvaro Obregón, un ejército carrancista, al mando del aguerrido nuevoleonés Pablo González, entró a territorio de Morelos para ultimar a Zapata. Entre los gonzalistas estaba el coronel coahuilense Jesús Guajardo, quien fingió un problema con Pablo González desertando supuestamente para unirse a Zapata. Luego de ponerle Zapata a Guajardo varias pruebas con resultados satisfactorios, Zapata le creyó a Guajardo y aceptó reunirse con él para celebrarlo. El 10 de abril llegó Zapata escoltado por diez hombres a la Hacienda de Chinameca y cuando entró al casco, fue acribillado por revolucionarios que, pensaba Zapata, dispararían en honor suyo. Su cuerpo fue llevado a Anenecuilco y luego a Cuautla, en donde sus restos se encuentran al pie de la estatua erigida en su honor, y en todo México se respeta la memoria de Emiliano Zapata, existiendo seguidores del zapatismo.