16/Apr/2024
Editoriales

Entre México y China hay algunos parecidos

Ambos países son desiguales. Difieren las culturas china y mexicana en antigüedad, idioma, religión, sistema de gobierno, música, cocina, en disciplina y en demografía. Sin embargo, hay ciertos parecidos que a simpe vista no se advierten, como la variedad de sus regiones naturales, el concepto de familia, y que sus trabajadores son productivos, pero con ingresos paupérrimos. Otra de las coincidencias entrambos países es su proclividad a la corrupción, tanto gubernamental, como entre sus pobladores.

Para ejemplificar recordaré que en el año de 1981 anduvo recorriendo toda Europa la colección de figuras milenarias de Xian: los famosos guerreros de terracota. Eran cinco guerreros y dos caballos que habían trotado en los campos de los mejores museos en Londres, París, Basilea y Barcelona. En Madrid se inauguraría esa exposición el día 24 de noviembre de 1981, pero resulta que el corresponsal de El País en Alemania publicó ese día que según una investigación suya, las figuras exhibidas con todo lujo eran falsas.

En reacción, los responsables de la Galería en Madrid mostraron muy ufanos el Certificado de Autenticidad del Comité Arqueológico de Pekín. Pero de todas formas autorizaron la verificación de las figuras con las pruebas de Carbono 14 y Termoluminiscencia. El resultado fue que los “monos” eran hechos con barro del siglo XX, y que el certificado era también falsificado. Creo que con este ejemplo nos podemos dar idea del parecido que tienen México y China, pues en nuestra Ciudad Capital, existe la Plaza de Santo Domingo, en donde falsifican cualquier cantidad de documentos oficiales, y la piratería tiene en nuestro país a su paraíso.