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Temen nueva ola violenta por liberación capos

CIUDAD DE MEXICO- La excarcelación de varios jefes criminales en México y Estados Unidos alertó sobre el riesgo de que la espiral de violencia que sacude al país desde 2006 entre en una fase más intensa ante el riesgo de que surja una alianza contra la banda dominante en el país, el Cártel de Jalisco. El sábado último después de la medianoche, un juez ordenó la liberación del ex jefe del Cártel de Sinaloa, Héctor "El Guero" (Rubio) Palma, pero las autoridades lo detuvieron temporalmente de nuevo, calificando la resolución como "sospechosa".

Decenas de elementos de la Agencia de Investigación Criminal, le notificaron que enfrentaba un nuevo cargo y lo subieron a un vehículo blindado para trasladarlo a la sede de la Fiscalía General. Sin embargo, analistas temen que la nueva acusación no tenga la suficiente solidez y Palma logre dejar el cautiverio para retomar las riendas de su organización, debilitada tras el arresto y extradición a Estados Unidos, en 2017, del jefe del Cártel de Sinaloa, Joaquín "El Chapo" Guzmán. El Chapo fue condenado en julio de 2019 a 10 cadenas perpetuas por un Tribunal de Nueva York y se encuentra cautivo en la supervigilada cárcel ADX de Colorado, llamada la "El Alcatraz de las Rocallosas", cuyas condiciones son "peores que la muerte", según reportes de medios internacionales.

Además, fue liberado el viernes pasado en Estados Unidos Vicente Zambada, extraditado en 2010, hijo de Ismael "El Mayo" Zambada, el "compadre" de "El Chapo" y quien estaría actualmente a cargo del Cártel de Sinaloa junto con los hijos del viejo jefe criminal. En agosto se prevé la salida de cautiverio de Eduardo Arellano, exjefe del Cártel de Tijuana, llamado también Cártel de los Arellano Félix, extraditado a Estados Unidos en 2012, luego de ser detenido un año antes. De acuerdo con especialistas en temas criminales, el regreso a la palestra de los tres exlíderes del narcotráfico podrá insuflar oxígeno a organizaciones actualmente debilitadas por el incremento formidable de la influencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Esto podría traer consigo un resurgimiento de la violencia, que arroja más de 350.000 muertos y 77.000 desaparecidos luego que, en diciembre de 2006, el entonces presidente Felipe Calderón lanzó su controvertida "guerra contra el crimen", con el respaldo de las Fuerzas Armadas.

Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), estimó que el gobierno "debe trabajar en inteligencia" para seguir con lupa a estos capos y "tener un plan de contención". "Tienen alianzas para disputar territorios y se podrían volver más agresivos y violentos", dijo Manelich Castilla, excomisionado de la Policía Federal y consultor de seguridad, quien dijo que la liberación de figuras clave de la mafia criminal sacudirá al mundo de las drogas. "Pueden venir reacomodos, disputa de territorios y de negocios que reclamarán como propios", consideró Castilla. Rivas dijo que se teme que la salida de prisión de estos personajes agudizará las pugnas entre grupos delincuenciales y obligando a las fuerzas del orden a actuar en otras áreas distintas a las de las zonas "más calientes", distrayendo recursos para frenar a las bandas más peligrosas.

Los especialistas estimaron que el caso del exjefe criminal Rafael Caro Quintero, uno de los "capos históricos" del país, liberado el 8 de agosto de 2013, después de 28 años en una prisión de alta seguridad, es el "ejemplo perfecto" de lo que podría pasar si el Estado no atiende el tema. Se pensaba que Caro Quintero, de 68 años, regresaría a dirigir sus negocios y a gozar de "una vejez tranquila" pero en realidad regresó por sus fueros perdidos a reconstruir su banda, al grado que muy pronto el gobierno de Estados Unidos lo colocó en la lista de los 10 hombres más buscados. Detenido 35 años atrás por la tortura y asesinato del miembro de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), Enrique "Kiki" Camarena, ahora ésta ofrece 20 millones de dólares por informes sobre su paradero, mientras surgen indicios de que está dedicado de lleno de nuevo al tráfico de drogas.