Internacional

Lech Walesa advierte a los polacos contra el populismo, 40 años después de Solidaridad

Desde 2015, cuando el partido populista nacionalista Derecho y Justicia (PiS) tomó el poder e inició controvertidas reformas, criticadas en el interior y el exterior del país, el estado de la democracia polaca suscita preocupación.

“La gente elige hoy a populistas y demagogos porque prometen el cambio. Ellos (los populistas) han diagnosticado correctamente (los problemas de hoy) pero su remedio es malo”, afirmó Lech Walesa ante centenares de personas congregadas en los astilleros navales de Gdansk, en la costa báltica de Polonia.

Precisamente en este lugar, el 31 de agosto de 1980, Lech Walesa, con una estilográfica con la imagen del papa polaco Juan Pablo II, firmaba con los comunistas los acuerdos de Gdansk, un documento que marcó oficialmente el nacimiento de Solidaridad, el primer sindicato independiente del bloque comunista.

“Debemos retomar la iniciativa a estos populistas y demagogos, y remplazarlos por soluciones más inteligentes, y por mejores estructuras” declaró Walesa, de 76 años, rodeado de antiguos compañeros, antes de depositar flores en la puerta de los astilleros, y abrirla simbólicamente, tal como hiciera hace cuatro décadas.

Paralizado un año más tarde por el estado de sitio impuesto por el general Wojciech Jaruzelski, Solidaridad regresó y ganó las primeras elecciones semilibres, el 4 de junio de 1989, desencadenando la caída del comunismo en todo el bloque.

Walesa, Premio Nobel de la Paz en 1983, se convirtió luego en el primer presidente polaco democráticamente electo, en 1990.