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Bomberos vencieron miedos para apoyar tras terremotos

En el estadio de béisbol que estaba en avenida Cuauhtémoc, la cantidad de cuerpos que dejaban era traumático, recuerda Fidel Osorio sobre lo acontecido en el 85

En una mesa larga dentro de una de las oficinas del Heroico Cuerpo de Bomberos se encuentra el segundo oficial de la estación Azcapotzalco, Fidel Osorio Cruz, quien apenas tenía un año como bombero cuando ocurrió el terremoto de 1985.

Con un tono de voz grave y un semblante fuerte, narró que en el 84 se inició como bombero, "la verdad me dio mucho miedo, no estaba preparado, no me encontraba listo para algo así, la adrenalina que sentimos es lo que nos sacó adelante”.

Mientras que para el sismo del 19 de septiembre de 2017, después de tantos años de servicio, se sintió mucho más preparado, aunque dejó en claro que siempre sigue existiendo el miedo y quienes no lo tienen probablemente no sean humanos.

Simulando el movimiento del sismo con su cuerpo, explicó que “por ejemplo, cuando estábamos laborando y de pronto se venían las réplicas y estábamos arriba, pues sí tuvimos mucho miedo, a pesar de todas las experiencias que hemos vivido”.

Pero lo importante es que los bomberos siempre van a estar ahí con la población, les gusta su trabajo y les preocupa en todo momento ayudar, a pesar de las sensaciones y del miedo que en algunos casos puedan llegar a tener.

El oficial segundo junta sus manos sobre la mesa y las aprieta ligeramente: “En el 85 vinimos de Naucalpan a apoyar a la Ciudad de México, estuve cerca de 15 días, me tocó trabajar en San Camilito (cerca de Garibaldi), donde eran condominios de puros mariachis".

Pero también en el Hospital Juárez, en la avenida Instituto Politécnico, en donde "no había ningún tipo de descanso, no dormíamos, quizá solamente un par de horas y luego a trabajar otra vez".

En ese sentido, recuerda que en el sismo del 85 todavía no existía Protección Civil, por lo que el trabajo que tenían era mucho, aunque después de la tragedia se creó esa unidad y comenzaron a realizar brigadas contra incendios y sismos en las empresas.

“Todo lo que viví en el 85 cambió mi vida, nunca imaginé que podía ver todo eso, por ejemplo, en el campo de béisbol que estaba en avenida Cuauhtémoc, la cantidad de cuerpos que dejaban era impresionante, resulta traumático. Nada comparable con el de 2017”, dijo.

A su vez, el oficial Hugo Alejandro Ibarra Correa, primer oficial de la estación Xochimilco en la guardia sur, señala que sólo vivió el sismo del 2017, en donde a pesar de verse rebasados lograron salir a flote por el apoyo de la ciudadanía.

"Eso fue muy bueno, nos motivaban a hacer nuestra labor con mucho más empeño”, indica el oficial, quien recuerda que ese día estaba de descanso con su hija, y después del simulacro conmemorativo por el sismo del 85 ocurrió la tragedia.

Después del sismo de magnitud 7.1 se dirigió a la estación de bomberos más cercana, algo que tiene que hacer por protocolo cuando pasan este tipo de emergencias, para ver si se requiere apoyo para distribuirlos a las zonas que lo requieren.

De tal forma, el 19 de septiembre llegó a San Gregorio Atlapulco, en Xochimilco, mientras que el 21 de ese mismo mes regresó a la estación sur, de donde lo mandaron a apoyar al edificio de Álvaro Obregón, en donde estuvo alrededor de seis días sin parar.

El oficial señaló que gracias a ese ímpetu e insistencia por seguir buscando personas, todavía dos días después de lo ocurrido, lograron salvar a un señor con vida, aunque después de cuatro días ya sacaban los cuerpos sin vida.

"Es fuerte la experiencia... al final del día te acostumbras a sacar los cuerpos aplastados, hemos recogido partes de cuerpos en volcaduras y hay que recogerlos con lonas o bolsas y juntar los pedazos. ¿Te imaginas?”, comentó.

En tanto, Fidel Osorio Cruz recuerda que estuvo alrededor de cuatro días sin descansar quizá “por orgullo propio, por decirlo de alguna manera; si ahí están los civiles, ver a toda esa gente con esa decisión y a los demás grupos de apoyo, no podíamos desistir”.

Respecto a los estragos psicológicos que una tragedia así les puede ocasionar, explica que alguna vez en un servicio sacaron un cuerpo, ya sin vida, pero en el intento el sujeto hizo un ruido, como si roncara.

"Te espantas y te preguntas ¿éste está vivo?, pero son sonidos que hace el cuerpo después de muerto... esas son cosas que se van guardando", e incluso evoca que estuvo alrededor de medio año pensando en esa persona.

“Diariamente nos capacitamos para cualquier tipo de evento, hacemos ejercicio, rappel, rescates, incendios, etcétera. Hay que estar en buena forma física y mental”, dice el oficial Hugo Ibarra.

Fidel Osorio apuntó que en el Heroico Cuerpo de Bomberos "nos dan capacitación general, pero hay especialidades, en estructuras colapsadas, rescate vertical, rescate y recuperación acuática”, por lo que siempre será un placer servir a los ciudadanos.