Río de Janeiro -- El estado de Río de Janeiro, el más turístico y emblemático de Brasil, registró su centésimo agente de policía asesinado este año, un reflejo de la ola de violencia que azota la región.
El sargento Fábio José Cavalcante e Sá, de la Policía Militarizada de Río de Janeiro, murió la mañana de este sábado luego de que hombres armados le dispararon con un fusil durante una tentativa de asalto en Sao Joao de Meriti, en la región metropolitana de Río de Janeiro.
Cavalcante e Sá se convirtió en el agente número 100 asesinado este año, tanto en servicio como fuera de servicio, lo que supone un promedio de un policía muerto cada 57 horas.
Se trata del promedio más alto desde 2006, cuando Río de Janeiro registró un agente de policía muerto cada 53 horas.
La región metropolitana de Río de Janeiro, conocida como la Baixada Fluminense, es la región con más agentes asesinados, con 27, lo que supone una cuarta parte del total.
Desde 1995 a la fecha han sido asesinados 3.087 policías en Río de Janeiro, según datos de la Policía Militarizada, el equivalente a una muerte cada 64 horas.
La tasa de mortalidad de 1994 a 2016 fue superior a la de los soldados estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial.
En los últimos 22 años, el 3,52 por ciento de los 90.000 integrantes del cuerpo policial en Río de Janeiro murieron asesinados.
El aumento de la violencia en Río de Janeiro provocó que el gobierno federal enviara hace unas semanas más de 10.200 militares y policías para reforzar la seguridad en el estado, principalmente en la capital regional, Río de Janeiro, y su región metropolitana.
El gobierno de Río de Janeiro anunció esta semana la transferencia de los despachos a las calles de unos 3.000 policías militares y una reestructuración de las "Unidades de Policía Pacificadora", instaladas desde 2008 para expulsar a los narcotraficantes de las favelas de la ciudad.
Según un documento de la Secretaria de Seguridad citado por el diario local "Extra", Río de Janeiro tiene 843 áreas controladas por bandas armadas.
