Para entender la organización religiosa de los mormones, es necesario conocer quien fue Joseph Smith, su fundador. Nació en 1805 en Sharon, Vermont, y recibió la “primera llamada” como profeta en Manchester, Nueva York, cuando tenía 15 años de edad. Tres años después, un ángel le comentó de un evangelio escondido en planchas de oro, con dos piedras traductoras del egipcio reformado.
Esto dijo que sucedió en la noche del 22 de septiembre de 1827, y que los relatos sagrados le fueron entregados por otro ángel. En el Libro del Mormón, escrito en 1830 viene una supuesta historia de América desde antes de la colonización hasta el siglo V de la era cristiana. Se llama así esta religión porque ese libro fue escrito por un profeta que se llamaba Mormón. En ese mismo año de 1830 la nueva “Iglesia de Jesucristo de Los Santos de los últimos días” se fundó en Fayette, Nueva York, siendo ridiculizada y agredida por muchos, pero consiguió muy pronto adeptos.
Al año siguiente se estableció el cuartel general en Kirtland, Ohio, y otro en Misuri. En 1838 hubo en Misuri un levantamiento generalizado en contra de Los Mormones, y Smith fue detenido. Así que en 1840 la Iglesia se trasladó a Illinois donde fundaron la comunidad de Nauvoo, creciendo su padrón a unos 20 mil. Todas las versiones aceptan que fue en ese momento cuando Smith se inició en la poligamia, lo que le ocasionó problemas con su esposa que vivía aún en su anterior domicilio, y el asunto llegó hasta los tribunales. Joseph Smith fue encarcelado junto a su hermano Hyrum. Una vez, estaban ambos en la cárcel esperando su juicio y el 27 de junio de 1844, entraron a donde se encontraban unos 150 hombres armados disfrazados de policías, y los mataron a tiros a ambos. En ese momento, la mayoría de los mormones migraron a Utah, bajo la dirección de Brigham Young.