Espectáculos

Oliver Stone espera que su película ayude a Edward Snowden

Toronto — El director neoyorquino Oliver Stone confí­a en que su nueva pelí­cula "Snowden", estrenada mundialmente en Toronto, ayude a que el gobierno de Barack Obama perdone a Edward Snowden, quien reveló las labores de espionaje de Estados Unidos.

Stone, quien reitera que no es un "cineasta polí­tico", llevó al cine una dramatización sobre las acciones de Snowden, quien reveló en 2013 a medios internacionales las labores de espionaje de la CIA y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), para después huir a Rusia, donde aún permanece.

Para el director de "JFK" y "Nacido el 4 de julio", las labores de espionaje de las agencias de inteligencia estadunidense son una "historia encubierta, secreta y molesta", expresó este sábado en rueda de prensa acompañado de Joseph Gordon-Levitt, quien interpreta a Snowden.

"Realmente antes de que Oliver me llamara para el personaje no sabí­a mucho de Snowden", confesó el actor, quien dijo sentirse muy orgulloso de ser estadunidense.

Stone señaló que realizó nueve viajes a Moscú, Rusia, para hablar con el excontratista de la NSA, a quien convenció de intervenir en el final de la producción.

"En realidad no hablé mucho con las autoridades rusas sino con su abogado y con Edward", agregó.

El director y los principales actores comentaron sobre la indignación de las operaciones de espionaje.

"Cuando estás en tu casa no piensas que estás siendo vigilado", señaló Shailene Woodley, quien personifica a la novia de Snowden, quien en la vida real lo fue a seguir a Moscú.

Para Gordon-Levitt, Snowden es un patriota, muestra cómo el patriotismo incluye también el derecho a cuestionar a las autoridades, incluidas las de seguridad nacional: "ese es un privilegio, tener el derecho a hacer esas preguntas".

A diferencia de Stone, el actor manifestó su optimismo de vivir en un paí­s que debe respetar todas las voces.

"Snowden" cuenta en impresiones los principales hechos de Snowden entre 2004 y 2013, cuando decide contactar a los periodistas de The Guardian y revelar los documentos que prueban el espionaje de las agencias de inteligencia de Estados Unidos.

A medida que el experto en informática conoce de las labores secretas de espionaje de la NSA, la explicación que obtiene "desde el poder" es que "los secretos son seguridad, y la seguridad es victoria".

Con su computadora portátil etiquetada con una calcomaní­a que dice: "Apoyo los derechos de la comunicación en lí­nea", Snowden dirige la liberación de los expedientes secretos desde un hotel en Hong Kong.

Una vez en Rusia, aparece el verdadero Edward Snowden hablando ví­a electrónica ante una multitud sobre la revelación del espionaje de la NSA.

Pensativo y sereno, Snowden expresa: "La mayor libertad es no tenerse que preocupar de lo que pasará mañana".

Tanto en la rueda de prensa, en voz de Stone, como en la pelí­cula, Snowden expresó su deseo de regresar a Estados Unidos y enfrentar un juicio "si supiera que será justo y público".