Editoriales

Definición de Kennedy: ¿Héroe de guerra, mártir de la lucha contra las mafias o enfermo del Mal de Addison?

El magnicidio contra el presidente Joh F. Kennedy (1917 – 1963) estrujó al mundo. Nadie cree que con los avances científicos y tecnológicos actuales no se pueda saber quién realmente mató al primer presidente católico en la historia del imperio norteamericano. Se trata del segundo hijo del exitoso empresario Joseph Patrick Kennedy, y la hija del ex alcalde de Boston, John Fitzgerald. El primogénito de la pareja se llamaba Joe, un hombre que desde muy joven destacó en los aspectos físicos pues era musculoso en forma natural y tenía un gran atractivo para las mujeres, así como una fácil comunicación con los hombres. Esto obligó al hermano menor, John Kennedy, a ser o aparentar ser fuerte, pues en todo era superado por su hermano, incluyendo los aspectos académicos. Así, John se inscribió durante la Segunda Guerra Mundial, en la Marina Norteamericana. Y sucedió que en 1943 un destructor japonés destruyó parte de la embarcación que John comandaba en forma voluntaria para realizar una misión importante. Su comportamiento fue heroico, salvando a un par de compañeros heridos y él mismo sufrió una lesión que le acompañaría el resto de su vida. Sin importar para el efecto de este texto la gravedad de las heridas, es reconocido que John Kennedy fue un héroe de guerra.

Sin embargo, se ha descubierto que desde 1937, cuando tenía 20 años, ya tomaba corticosterides para aliviar una colitis crónica y que eso le provocó problemas de artritis y dos vértebras se le aplastaron provocándole dolores en la espalda. Esta droga que como medicamento tomaba, provoca otros síntomas como el aumento del impulso sexual, un amarillamiento de la piel, y el crecimiento de cabello grueso y brilloso, síntomas que públicamente prefiguraron el perfil de John Kennedy.    

Y además estas drogas inhiben el sistema inmunológico, por lo que se le diagnosticó el mal de Addison, que viene siendo una disfunción de las glándulas suprarrenales. Le recetaron más esteroides, y cuando avanzaba en la política siempre negó los rumores de que padecía el mal de Addison, a pesar de que de 1955 a 1957 estuvo hospitalizado 9 veces en secreto para atenderse.

En 1961, ya en la Casa Blac¡nca, sufría de fuertes dolores, no podía subir más que unos cuantos escalones y no podía agacharse. Para ese tiempo ya tomaba diariamente analgésicos para la espalda, antibióticos para las infecciones urinarias, anti espasmódicos para la colitis, y anti histamínicos para las alergias provocadas por la ingesta de las drogas mencionadas. Todos esos males se los atribuía cuando había alguna refrencia a su salud, a que eran derivados de las heridas de guerra. Cuando sonreía estaba forzándose porque era una especie de recordatorio al pueblo de que su presidente era un héroe de guerra. Abraham Lincoln enfrentaba abiertamente su adicción tomando las “píldoras azules”, y John Kennedy la ocultaba ingiriendo en secreto medicamentos a granel.

Entrambos hay varias coincidencias, y basta con saber que los dos fueron igualmente asesinados mientras gobernaban.

Las causas del crimen contra Lincoln son más o menos claras, pero a Kennedy no han dicho quién o por qué lo mataron, y los análisis apuntan a varias posibles causas como sus luchas contra las mafias, contra la URSS, y contra sus adversarios políticos.