19/Apr/2024
Editoriales

La delegación de poder para salir victoriosos ante un panorama adverso.

El 21 de octubre de 1805 se enfrentaron ingleses y franceses en la guerra de Trafalgar en la cual se escribió una gran historia de éxito ante la adversidad.

Francia gobernada por Napoleón planeaba invadir Inglaterra y para esto tení­a que vencer a su fuerza naval que era dirigida por Horatio Nelson de 47 años quien habí­a sido exitoso en otras batallas y era reconocido por su estrategia militar.

Las probabilidades no le favorecí­an a Nelson quien disponí­a de solo 27 barcos contra 33 de Francia que estaba aliada con España. Sin embargo Nelson tení­a bajo la manga uno de los mejores planes en la historia militar.

Tradicionalmente las batallas navales se realizaban poniendo los barcos alineados en una lí­nea paralela a la lí­nea del enemigo, cada barco atacaba a su barco enemigo y los almirantes se situaban en medio de la lí­nea para dar las órdenes a los capitanes de barcos por medio de señales con banderas.

Pero Nelson planeó el ataque con sus barcos formando 2 lí­neas perpendiculares para romper la lí­nea francesa en 3 partes para crear un caos e impedir que su almirante pudiera dar órdenes.

Cada barco era tripulado por 850 marinos, organizados en diferentes funciones de tal forma que dirigirlos requerí­a de una total sincroní­a y orquestación.

Además de la formación perpendicular el plan de Nelson incluí­a otro aspecto fundamental que se le llamó "The Nelson Touch" y que se referí­a que cada capitán deberí­a conocer la estrategia, de tal forma que durante la guerra deberí­a decidir y actuar bajo su propia iniciativa en lugar de esperar órdenes directas.

Así­ que Nelson tuvo varias reuniones tácticas con sus capitanes para explicarles el plan y el 9 de octubre les mandó una carta confidencial describiendo la forma de ataque en 2 columnas y enfatizó el papel de los capitanes durante la guerra, de esta forma redujo la dependencia de la comunicación durante la batalla.

Logró que cada capitán tuviera claro el objetivo que era el de partir la lí­nea francesa en 3 partes y después debí­a poner su barco al lado del barco enemigo para atacarlo y hundirlo o someterlo, para lo cual podí­a tomar las decisiones que considerara convenientes.

Los franceses funcionaban bajo un sistema autoritario ya que Napoleón le prohibió al almirante Pierre Charles Villenueve que explicara a sus capitanes cuál serí­a la estrategia, por lo que dependí­an al 100% de las órdenes con las banderas en el momento de la batalla.

La batalla sucedió de acuerdo al plan, se partió la lí­nea francesa en 3 partes y en el caos los capitanes franceses no supieron que hacer, los capitanes ingleses empezaron a actuar por sí­ mismos y vencieron a los barcos franceses.. A pesar de su superioridad numérica los franceses perdieron 19 de sus barcos mientras que los ingleses no perdieron ninguno!

Nelson creó una cultura entre sus capitanes, les explicó la estrategia y les delegó poder y autoridad para tomar decisiones cruciales durante la batalla, es decir desarrolló en ellos un sentido empresarial.

En los negocios ocurre algo similar, un dueño de negocio puede tener a su equipo solo para que siga sus órdenes, no les explica la estrategia, solo les da órdenes autoritarias de las tareas que deben llevar a cabo, los empleados no son responsables de lograr un resultado sino solo de cumplir las tareas que se les asignen, los empleados no conocen la estrategia porque es confidencial!

Para desarrollar un equipo efectivo que logre resultados tienes que delegar el poder y la toma de decisiones, empoderar a tu equipo para que sea proactivo y que lleve a cabo acciones sin esperar a que alguien le indique qué debe hacer.

Cada miembro de tu equipo debe conocer la visión, la estrategia y las metas de la empresa, debe sentirse dueño de su departamento y debe hacerse responsable de sus resultados. Es importante que tenga el panorama completo para que sepa como impactan sus acciones y decisiones a otras personas o departamentos y a la empresa en su conjunto.

El delegar poder no implica que tú pierdas poder sino que te vuelves más poderoso al tener un equipo efectivo y más ágil en la toma de decisiones. Para que tu empresa mejore sus resultados tienes que darle poder a tu equipo, empodéralos siguiendo estas reglas:

Delega el trabajo completo a una persona y dale toda la responsabilidad.

Explí­cales la visión, la estrategia y las metas a lograr una y otra vez, hasta que la dominen.

Involúcralos en formular las acciones

Afronta los riesgos, el peor riesgo es tener un equipo incapaz de lograr resultados

Ofrece retroalimentación positiva y constructiva. Dale todo el crédito y reconocimiento a la persona que complete el trabajo y logre los resultados.

Provee los recursos necesarios.

Ofrece guí­a y consejo sin interferir.

No les permitas que te deleguen de regreso el trabajo.

Delega la toma de decisiones mediante la formulación de las siguientes preguntas: Es bueno para los clientes?, Es bueno para la empresa?, Va de acuerdo con los valores de la empresa?, si la respuesta es si la persona debe darle para adelante.

Forma un equipo de personas empoderadas y lograrás mejores resultados en las batallas de los negocios.