Internacional

Renuncia ministro de defensa de Bolivia cuando ejército y policía salen a la calle a reprimir protestas

 

Javier Zavaleta renunció a la medianoche del lunes al cargo de Ministro de Defensa luego de que las Fuerzas Armadas decidieran, por su cuenta, salir a las calles para coadyuvar con la Policía con el fin de reforzar la seguridad ciudadana y evitar los hechos de vandalismo que afectaron a La Paz.

Lo hizo mencionando que la responsabilidad de "volver las armas contra el pueblo" será de "aquellos que tomaron esta decisión", entre ellos Carlos Mesa y al líder cívico cruceño Luis Fernando Camacho.

"Renuncio al cargo de Ministro de Defensa dejando en claro a Bolivia y al mundo que la voluntad nuestra, la del Capitán General de las Fuerzas Armadas (Evo Morales) y de este Ministro fue siempre la de preservar la institucionalidad de las FFAA al servicio de la población, jamás dimos una orden para que nuestros soldados y marineros empuñen un arma contra su pueblo y jamás la daremos", señaló al leer en un video su carta de dimisión.

La noche del lunes, y luego de una escalada de violencia que dejó más de una veintena de heridos en La Paz y El Alto, el comandante de las FFAA, Willams Kaliman, anunció operativos conjuntos con las fuerzas policiales luego de que estas fueran "rebasadas".

Un número aún no determinado de estaciones de Policía fueron quemados por las enardecidas turbas que en muchos casos reclamaron el apoyo que brindó al movimiento cívico-político que derivó en la renuncia del presidente Evo Morales.

"El Estado que construimos es una Bolivia en la que un militar debería encarar la defensa de su patria al lado de su pueblo y nunca contra él, por lo tanto, la responsabilidad de volver las armas contra el pueblo será de aquellos que tomaron esta decisión", señaló Zavaleta.

"Señor Carlos Mesa, señor Fernando Camacho, un asunto político no se resuelve aumentando el calibre de la represión, las balas no son la respuesta ni la solución a un problema. La política son las ideas contra las ideas y no el zumbar de las balas. Dios guarde a Bolivia", concluyó.