05/May/2024
Editoriales

Y los caballitos del carrusel aprendieron a nadar

 La clásica fotografía de la inundación provocada por el ciclón Gilberto del 14 de septiembre de 1988 es una en donde aparece ‘nadando’ en las bravas olas del crecido río Santa Catarina, el juego infantil conocido como ‘Carrusel’ de Atracciones Manzo que por largos años estuvo en el predio que actualmente ocupa la Pulga Río, frente a las avenidas Constitución, Serafín Peña, Porfirio Díaz y Ocampo.  

Tenía poco tiempo en el plan de río seco que, de pronto, a causa de las fuertes lluvias que trajo El Gilberto, amaneció bramando el día 15 de septiembre y se lo llevó.

Hubo una gran tragedia en esa noche que costó la vida a cientos de neoloneses, pero para muchos niños la tragedia fue ver en la televisión que el agua se llevó el Carrusel, popular juego mecánico conocido también como ‘los caballitos’.

El Carrusel es el nombre que en la edad media se le dio en Francia y significaba ‘Guerra’. Parece mentira que ese inocente juego infantil venga del siglo XII como uno de los primeros juegos de guerra, aludiendo a los enfrentamientos entre los jinetes árabes, musulmanes y turcos.

En tiempos de Las Cruzadas (1095 – 1291) llegó a París este juego y alcanzó su máxima popularidad durante el reinado de Luis XIV (1643 – 1715) pues se jugaba en la Plaza del Carrusel, entre Las Tullerías y el Palacio del Louvre, cuando se le adecuó el ingenioso sistema mecánico para que el juego pudiera girar.

Los caballitos de madera eran sostenidos por un poste al que ataban unas cadenas y una mula amarrada al centro hacía rotar el poste que hacía girar a los caballos y los jóvenes cortesanos que jugaban a ser jinetes participantes en una guerra.

El juego consistía en que se colocaban fuera del círculo del Carrusel otros postes, a los cuales se debían ensartar con lanzas de guerra unos aros cuando el Carrusel estuviera rotando.

El número de aros ensartados determinaba cuál de los ‘guerreros’ ganaba la competencia.

En el siglo XIX el Carrusel llegó a las ferias de Europa y en cada país le fueron agregando otras figuras de animales, hasta que se llegó al actual Carrusel, en el que se puede sustituir cualquier figura de animales, excepto los caballos, pues ese fue su origen.

Entre las muchas paradojas que se viven en esta época, anote usted la del Carrusel que pasó de ser un juego de guerra a uno de diversión infantil, y ni el ciclón Gilberto pudo ponerlo de moda como un juego acuático.