CIUDAD DE MEXICO - México tropieza con el tema de las vacunas no sólo por la escasez sino por problemas de elemental organización, lo que provoca que algunas dosis sean devueltas, al incumplir las pautas de temperatura establecidas.

Esta situación se suma al caos y a las aglomeraciones en algunos centros donde se aplican los antídotos. El país, el tercero más golpeado a nivel mundial por la mortal pandemia de Covid-19 después de Estados Unidos y Brasil, fue el primero en iniciar la inoculación en América Latina, el 24 de diciembre pasado, pero hasta ahora sólo logró aplicar 2,8 millones de antígenos (2,1% de la población total). El gobierno anunció que planea para agosto haber logrado una cobertura de 80 millones, que representan el 70% de la población, cantidad necesaria para lograr la llamada "inmunidad de rebaño". Sin embargo, los especialistas y los ciudadanos dudan que se logre esa meta en tan poco tiempo, en especial porque miles de personas suelen reservar su turno desde un día antes en los centros de aplicación de las vacunas y no es infrecuente que se susciten riñas o surjan protestas organizadas en esos lugares. "Por humanidad, hagan algo y pongan orden para la gente que lleva afuera esperando 5 horas", señaló una persona citada por un diario local en la periferia de Guadalajara, la capital del estado occidental de Jalisco. Personas ancianas de más de 80 años, que no han salido de su vivienda prácticamente desde hace un año, acuden a hacer fila en horas de la madrugada, quedando a merced de las bajas temperaturas, con riesgo de enfermarse de problemas respiratorios, incluyendo el Covid-19.

México contabiliza 2,1 millones de contagios y más de 190.000 muertes, un saldo que algunos críticos y especialistas atribuyen a un manejo inadecuado de la pandemia por parte de las autoridades sanitarias.

En la norteña ciudad de Monterrey, capital del estado de Nuevo León, la Secretaría de Salud local devolvió a la Federación 4.680 vacunas de un lote de 33.480 dosis, porque llegaron con temperaturas de 12 y 13 grados, cuando deberían estar conservados en un rango de entre 2 y 8 grados centígrados.

Los sueros, pertenecientes a la compañía china Sinovac, iban empacados en hieleras y estaban destinados para su aplicación en municipios del norte del estado. "Las vacunas no tienen efectividad si no están conservadas.

No vamos a aplicar vacunas que pongan en riesgo la salud de las personas y las vamos a regresar", señaló el secretario de Salud de Nuevo León, Manuel de la O.

El funcionario declaró que el problema de antídotos "posiblemente estropeados por mala refrigeración" está sucediendo en otros estados del país como Tamaulipas (norte), Jalisco y Michoacán (sur).

"No hay vacunas y que se nos echen a perder, no lo veo bien", señaló.

En el estado central de Guanajuato, la vacunación destinada a varias ciudades como Celaya, Silao y Francisco del Rincón, debió suspenderse porque "se presentó un problema en la red de congelamiento y algunas vacunas no llegaron con el enfriamiento óptimo", según fuentes del gobierno provincial. Adicionalmente, el ministerio de Salud reportó la pérdida de 2.059 dosis por diversas causas, que no fueron precisadas. El problema más común, sin embargo, ha sido el de la organización, que se hizo más palpable en Ecatepec, en la empobrecida franja periférica de la capital, marcada por altos índices de violencia, de escasez de servicios públicos y donde abundan los asentamientos irregulares llamados "cartolandias". Desde hace dos semanas, cuando comenzó la inoculación en esta ciudad de 1,6 millones de habitantes, se suscitaron filas kilométricas de personas de más de 60 años en espera de inocularse, en medio de la lentitud de las brigadas y los organizadores para aplicar los antídotos.

Muchos jóvenes que acudieron a tomar un turno para sus padres o abuelos debieron pasar hasta 16 o 18 horas sentados en una silla plegable que llevaban consigo, en el mejor de los casos y a pie en el peor, para poder lograr que se vacunara a sus familiares. Las riñas entre personas que intentaban saltarse la fila o tratar de ingresar sin formarse fueron reportadas con frecuencia por medios locales.

Ecatepec, visitado por el Papa Francisco en febrero de 2016, es uno de los epicentros de la pandemia, donde hubo al menos 4.000 fallecidos y una de cada siete personas que se contagió perdió la vida.