Internacional

La Casa Blanca condena acoso y amenazas del régimen chino contra ciudadanos estadounidenses

 

La Casa Blanca criticó este martes al régimen chino por dirigir una comisaría secreta en el barrio chino de Manhattan y advirtió de que el Gobierno de Estados Unidos no tolerará que el régimen asalte a las personas en suelo estadounidense.

“El gobierno de EE. UU. ha sido claro en que utilizaremos todas las herramientas disponibles para proteger a los ciudadanos estadounidenses y otras personas de EE. UU. de la represión transnacional y otras formas de influencia maligna extranjera”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, durante una conferencia de prensa el martes.

“Nosotros no toleraremos que el gobierno de la República Popular China o cualquier gobierno extranjero acose o amenace a personas estadounidenses”, añadió la secretaria.

El 17 de abril, el FBI detuvo a dos hombres acusados de dirigir una comisaría secreta en el barrio chino de Manhattan, en nombre del régimen chino. Los fiscales afirmaron que los individuos conspiraron para trabajar como agentes del Partido Comunista Chino (PCCh) y seguir las órdenes del régimen para localizar y silenciar a los disidentes chinos en Estados Unidos.

Se cree que la comisaría secreta de Nueva York es una de las más de 100 dependencias policiales del régimen chino en el mundo.

El Departamento de Justicia anunció las detenciones y los cargos como un “importante asunto de seguridad nacional”.

El fiscal de distrito de Estados Unidos, Breon Peace, declaró que las detenciones descubren una violación masiva de la soberanía estadounidense por parte del PCCh, así como una violación flagrante del derecho internacional.

“Este procesamiento revela la flagrante violación por parte del gobierno chino de la soberanía de nuestra nación al establecer una comisaría secreta en medio de la ciudad de Nueva York”, declaró Peace en una rueda de prensa celebrada el 17 de abril en Brooklyn. “Imagínense a la policía de Nueva York abriendo una comisaría secreta no declarada en Beijing”.

Los dos acusados colaboraron estrechamente con el ministerio de Seguridad Pública de China para llevar a cabo planes de represión transnacional en Estados Unidos, indicó el fiscal Peace.

El martes, el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, negó las afirmaciones de Estados Unidos sobre la existencia de una comisaría de la policía secreta china en Nueva York. Wang declaró durante una rueda de prensa que estas supuestas comisarías no existen y que China se adhiere a una política de no injerencia en otros países.

Sin embargo, según documentos judiciales, uno de los acusados, Lu Jianwang, trabajaba para el PCCh en Estados Unidos desde al menos 2015.

Durante la visita del líder chino, Xi Jinping, a Estados Unidos en 2015, Lu recibió instrucciones de organizar contraprotestas a las manifestaciones del grupo espiritual Falun Gong, fuertemente perseguido en China desde 1999.

El consulado chino en Nueva York pidió a Lu que publicara en periódicos materiales que criticaran a Falun Gong, algo que él afirmó no haber hecho. Sin embargo, Lu declaró que ayudó a transportar a miembros de su organización a Washington en autobuses.

“Cada miembro de la asociación recibiría 60 dólares del consulado. Cada autobús tendría un punto de contacto que pagaría en efectivo del consulado”, dijo a los investigadores, según la denuncia. “La gente no solo viajaría desde Nueva York, sino también desde Filadelfia. Varios cientos de personas viajarían cada vez”.