08/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

 

Octubre 22 de 1941: muere en la República de Honduras el filántropo nuevoleonés Manuel M. García. Nacido en 1870 en el municipio de Sabinas Hidalgo, en el hogar de Manuel García y Clara Martin, desde niño mostró inteligencia y decisión, desempeñándose a temprana edad como un trabajador productivo en las labores campiranas. Su facilidad para el idioma inglés le venía por la lengua materna y ello le abrió posibilidades de ser distribuidor de máquinas de coser hogareñas e industriales. De espíritu aventurero, fue preso en 1896 en el estado de Sinaloa al vinculársele con un grupo revolucionario que encabezaba Catarino Garza. Después migró a Centroamérica en donde triunfó en los negocios relacionados con la construcción. En Honduras casó con Teresa Rivera y procrearon nueve hijos.

Su talento le llevó a ser sub-contratista en las obras del Canal interoceánico de Panamá, en donde engordaron sus cuentas bancarias. Regresó a Sabinas Hidalgo en 1928 realizando obras de beneficio a la colectividad tanto en el aspecto agrícola, como ganadero, instalando un molino de granos y una planta productora de hielo, calculándose que invirtió en esas y otras obras alrededor de tres millones de pesos, pues construyó viviendas por las calles de Lerdo, Mina y Ocampo, así como una Escuela Monumental que lleva su nombre, y otra llamada Escuela Teresa R. De García. Construyó el canal del Ojo de Agua, con dos turbinas para generar luz eléctrica, echando a volar la despepitadora de algodón, sembrando críticos y árboles frutales en el Barrio del Aguacate, así como viñedos y otras obras civiles, formando además la Banda Municipal de música. 

 

Las instalaciones hidráulicas y la turbina siguen siendo atractivo turístico de ese pueblo, y el gobernador Francisco A. Cárdenas consignó en su Informe de Gobierno sus actos filantrópicos en bien del Municipio sabinense. Sn embargo, poco tiempo después, sus haciendas fueron fraccionadas por la Ley Agraria, motivo por el cual, Manuel M. García, desilusionado, se mudó a Honduras en donde dramáticamente murió un día como hoy del año 1941. Celso Garza Guajardo, el gran cronista de Sabinas Hidalgo, dedicó sus mejores esfuerzos para que se reconociera formalmente la obra productiva y filantrópica de Manuel M. García.