26/Apr/2024
Editoriales

Febrero 4 de 1817: nace en Guadalajara, Jalisco, Mariano Otero, quien sería un destacado abogado y político, considerado el padre del Juicio de Amparo, figura jurídica retomada por muchas naciones a lo largo de la historia

Febrero 4 de 1817: nace en Guadalajara, Jalisco, Mariano Otero, quien serí­a un destacado abogado y polí­tico, considerado el padre del Juicio de Amparo, figura jurí­dica retomada por muchas naciones a lo largo de la historia.

Mariano Otero Mestas es un estudiante sobresaliente en su ciudad natal, que adelanta grados escolares y a la temprana edad de 18 años se gradúa como abogado comenzando a ejercer de inmediato su profesión. En diciembre de 1841 es nombrado delegado de Jalisco a la Junta de Representantes de los Departamentos, con lo que inicia una carrera polí­tica que le darí­a grandes satisfacciones.

Pero igualmente los avatares de la lucha polí­tica le llevaron a conocer pronto las injusticias en el sistema jurí­dico nacional, al ser preso junto a Mariano Riva Palacio y José Marí­a Lafragua, acusados de participar en un grupo que buscaba iniciar una revolución encabezada por Juan ílvarez. Esta injusta circunstancia le impulsó a idear un sistema legal que defendiera a los ciudadanos de los abusos de la autoridad, naciendo el juicio de amparo que en 1857 se incorporarí­a a la Constitución Polí­tica mexicana.

Al año de ser delegado –en 1842- Mariano Otero es electo diputado federal defendiendo la causa federalista, presentando en la tribuna de Donceles por la ví­a de un voto particular -debido a que los liberales eran minorí­a en el Congreso- un proyecto de constitución alterno, contrario al centralista. Otero es el autor de la iniciativa para que se agregue la palabra "Federal" a la denominación inicial del paí­s, que era solamente República popular representativa.

Esta determinación legislativa es la gota que derrama el vaso y el presidente Nicolás Bravo desconoce al Poder Legislativo en 1846. Empero, una vez reinstalado el Congreso, Mariano Otero regresa como diputado pues en Jalisco lo vuelven a elegir sus paisanos. Tras la guerra y una vez consumada la rendición de México ante la invasión norteamericana, Otero fue uno de los cuatro diputados que se opusieron a la firma del Tratado de Guadalupe – Hidalgo, a pesar de que los legisladores estaban amenazados y copados por las tropas invasoras.

En esa época aciaga de México, Mariano Otero fue un actor polí­tico del primer orden, defendiendo siempre a la nación desde el punto de vista legal. Cuando la Guerra de las Castas en Yucatán, denunció y dio seguimiento al tema del tráfico por medio del cual los ingleses suministraban armas a los indí­genas mayas para fomentar esa guerra fraticida con la esperanza de que toda la pení­nsula de Yucatán se escindiera de México para que formara parte de los territorios ingleses como ya estaba Belice.

Negoció con la ley en la mano la deuda contraí­da con Inglaterra durante la guerra, siendo ministro de relaciones interiores y exteriores con el presidente José Joaquí­n Herrera. En 1849 fue electo senador de la república y el 31 de mayo de 1850, a los 33 años de edad, muere en la ciudad de México, ví­ctima del cólera. En su pródiga cuanto presurosa vida, Mariano Otero fue también periodista siendo articulista y cofundador del prestigiado periódico liberal El Siglo XIX. Escritor fecundo sobre diversos temas sociales, jurí­dicos y polí­ticos, que escribió entre muchas otras obras, el Ensayo sobre el verdadero estado de la cuestión social y polí­tica que se agita en la República Mexicana en 1841. En varias ciudades del paí­s hay calles con su nombre y en Guadalajara, una de las más importantes avenidas se llama Mariano Otero.