Agosto 16 de 1850: Termina la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística la Carta General, Atlas y Portulano de la República, que sería aprobada por el presidente Mariano Arista en enero de 1851. La Secretaría de Relaciones Exteriores había solicitado este documento en 1847 para determinar los nuevos límites territoriales con Estados Unidos, pues se veía inminente un desenlace fatal de la guerra de invasión norteamericana, según versión de Sonia Lombardo de Ruiz, en la revista México Desconocido, en su portal digital.

Como en 1833 se había creado un ente que después se llamó Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, fundada por el doctor Valentín Gómez Farías, bajo la dirección de Pedro García Conde, se aprovechó los conocimientos de sus asociados. Desde luego que para desarrollar este valioso documento se hubieron de salvar varios atorones, como eran los cambios frecuentes de las fronteras o divisiones de cada estado del país, que en buena medida dependían del liderazgo de sus gobernantes. Para elaborar esta Carta General, se utilizó la experiencia escrita desde la Conquista y la Colonia, pues la definición de litorales y tierras sometidas, muchas veces estaban supeditadas a jurisdicciones eclesiásticas, así como a las de los propietarios de minas y haciendas. Pero las arduas labores que se hubieron de realizar los ingenieros agrimensores o topógrafos y científicos valieron la pena pues de esa forma, México pudo contar con su primer Atlas.

Hoy día, con la moderna tecnología satelital, esa tarea no tiene mayor chiste, pero en aquellos tiempos, era una obra monumental. En lo personal, la materia de topografía siempre me apasionó y mis primeros trabajos ingenieriles en este campo, se remontan al año de 1965 cuando en las prácticas de la materia cuando era alumno de la gloriosa Facultad de Ingeniería Civil de la UNL, participé en el levantamiento y trazo de lo que luego se convertiría en una línea de torres de la CFE y después en la avenida Lázaro Cárdenas, que une Monterrey con Garza García.