03/May/2024
Editoriales

La trista vida del Ypiranga

Los viajes por agua en pequeñas y rudimentarias lanchas son los más antiguos de la historia. Con el paso del tiempo las embarcaciones marítimas fueron el elemento que llegó a determinar el grado de desarrollo de una nación. El transporte de personas y mercancías convertía -aún actualmente- a los reinos y naciones en débiles o poderosos, pues el dominio de los mares resultaban en el encumbramiento de las grandes potencias, según el número de barcos de guerra.

Entre las embarcaciones más famosas de la historia están La Niña, La Pinta y la Santa María, pequeñas carabelas con las que Colón descubrió América. El acorazado alemán Bismarck que participó en la Segunda Guerra Mundial. El navío Británico Victory, que intervino en forma destacada en la Batalla de Trafalgar. El submarino norteamericano Nautilus que navegó sumergido por todo el Polo Norte. El Titanic, que se hundió en 1912 y se ahogaron más de mil 500 pasajeros. El portaaviones norteamericano Enterprise, primero de energía nuclear. El mítico barco holandés Flying Dutchman, evocado en varias obras de ópera y hasta en pelñiculas de misterio. 

Pues en nuestro país, millones de mexicanos tenemos en la mente el nombre Ypiranga, el barco que en 1911 transportó al derrocado presidente Porfirio Díaz al exhilio en Europa, zarpando de Veracruz y atracando en Le Havre, Francia.

Desde luego que esta famosa embarcación no era de manufactura mexicana, sino alemana. Había sido botado por primera vez en 1908, y sus medidas geométricas casi doblaban las de las embarcaciones normales, con 138 metros de eslora y 18 de manga. 

La historia mundial lo tiene registrado como una de las embarcaciones que al año siguiente recibió el mensaje de auxilio del Titanic el trágico día 14 de abril de 1912, unas cuantas horas antes de hundirse. En la bitácora del Ypiranga está anotado que el capitán no se acercó al Titanic porque iba navegando a auxiliar a otra embarcación alemana que antes le había pedido ayuda por estar también en problemas. 

El Ypiranga tuvo otra participación en la historia de México  cuando el presidente patito mexicano Victoriano Huerta hizo un pedido de armamentos a España y a Alemania, debido a que Estados Unidos se negó a proveerlo de armamentos, en un gesto que poco se le ha reconocido a esta nación vecina. 

Alemania no quería problemas con la potencia norteamericana, así que en vez de utilizar barcos alemanes, se contrató a una empresa naviera llamada Hapag que, realmente era de capital alemán, pero no se sabía, y esta transportista envió las armas a México en el mismo Ypiranga, que dos años antes había trasladado a Porfirio Díaz a Francia.

Tal vez para borrar la huella de sus participaciones en eventos políticos, el Ypiranga fue rebautizado en 1921 como TSS Assyria, y fue vendido a la naviera inglesa Anchor Line, que lo utilizó intensivamente hasta que en 1950 se convirtió en chatarra, siendo adquirido por una especializada en esos negocios llamada Brion Iron Company, y en un accidente suceddo en 1950 en mares escoceses se hundió.

Hay personas, eventos, lugares y hasta máquinas que nunca se olvidan.