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Catar responde a las exigencias de vecinos del Golfo, tras prorrogar el ultimátum

Catar, inmerso en una crisis diplomática con sus vecinos del Golfo, entregó este lunes al mediador kuwaití­ su respuesta oficial a las exigencias de Arabia Saudí­ y sus aliados, que aceptaron prorrogar 48 horas el ultimátum.

La respuesta fue entregada en una carta del emir de Catar, jeque Tamim ben Hamad Al Thani al emir de Kuwait, jeque Sabah al Ahmad Al Sabah. Su contenido no fue revelado.

La misiva fue entregada en mano por el jefe de la diplomacia catarí­, jeque Mohamed bin Abdulrahman Al Thani, al jeque Sabah, señaló un responsable del Golfo.

Al término del ultimátum de 10 dí­as, el domingo a medianoche, Catar prometió que transmitirí­a su respuesta por la mañana.

Kuwait habí­a pedido un plazo adicional de dos dí­as, que Arabia Saudí­, Emiratos írabes Unidos, Baréin y Egipto aceptaron, señalando en un comunicado conjunto que iban a examinar y evaluar la conformidad de Doha a sus pedidos antes de transmitir su propia respuesta a Kuwait.

El miércoles, los ministros de Relaciones Exteriores de estos cuatro paí­ses se reunirán en El Cairo para decidir "las próximas etapas que conciernen a Catar", según las autoridades egipcias.

Por el momento, Doha ha rechazado de forma implí­cita la lista de las exigencias de sus rivales, entre las que figuran el cierre del canal de televisión Al Jazeera, la reducción de las relaciones con Teherán y la clausura de una base militar turca. Para Doha se trata de unas medidas que atentan contra su soberaní­a nacional.

"La lista de peticiones está hecha para ser rechazada", declaró el sábado el jefe de la diplomacia catarí­, desde Roma. "El Estado de Catar (...) la rechaza por principio".

- Diálogo serio -

El presidente estadounidense Donald Trump, que en el pasado criticó a Catar, reiteró el domingo "la importancia de detener el financiamiento del terrorismo", objetivo que considera "primordial", y de "desacreditar la ideologí­a extremista", tras hablar por teléfono por separado con el rey de Arabia Saudí­, el prí­ncipe heredero de los Emiratos y con el emir de Catar, según un comunicado de la Casa Blanca.

Por su parte, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel, hizo un llamamiento al "diálogo serio" entre los actores de la crisis, al inicio de una gira este lunes en Arabia Saudí­, y que proseguirá en Emiratos y Catar.

Riad y sus aliados rompieron el 5 de junio sus relaciones diplomáticas con Catar, acusando al paí­s de apoyar "el terrorismo" y acercarse a Irán, rival de Arabia Saudí­.

Doha niega esas acusaciones y opina que nadie tiene derecho a dictar su polí­tica extranjera.

El pequeño emirato, rico en recursos gasí­sticos y con grandes ambiciones, siempre fue independiente respecto a su polí­tica extranjera aunque fuera miembro del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).

El embajador de Emiratos en Rusia, Omar Ghobash, advirtió esta semana que podrí­an establecerse nuevas sanciones.

Además de la posible suspensión de Catar en el CCG, sus adversarios podrí­an pedir a sus socios comerciales elegir entre seguir tratando con ellos o con Catar, señaló el embajador al diario británico The Guardian.

- Crisis previsible -

Descontentos con el apoyo de Catar a los islamistas en general y a los Hermanos Musulmanes, en particular, y hartos del tono irreverente de Al Jazeera, sus vecinos del Golfo hicieron un primer intento de cambiar la polí­tica de Doha años atrás.

En la cumbre de Riad en 2014, el joven emir Tamim ben Hamad Al Thani prometió, entre otras cosas, expulsar a las figuras islamistas acogidas en su paí­s y atenuar la tonalidad considera como agresiva de Al Jazeera.

En realidad, la crisis se gestaba desde 2010 "cuando Catar adoptó una diplomacia más activa aprovechando el estallido de las revueltas" de la Primavera írabe, a pesar de que los paí­ses del Golfo se oponí­an a ello, recordó Nabil Ennasri, director del Observatorio de Catar, en una reciente tribuna en el diario francés Le Monde.

Frente a esta nueva crisis, Doha capea el temporal con la esperanza de que las presiones internacionales hagan ceder a sus adversarios.

"Catar entablará un diálogo constructivo" con sus rivales "si sus alegaciones vienen acompañadas de pruebas claras", dijo a finales de junio su ministro de Exteriores.

Los Emiratos avisaron sin embargo que el aislamiento de Catar podrí­a durar "años" si persisten los desacuerdos.