02/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Marzo 30 de 1984: anuncia la SHCP un acto de solidaridad sin precedentes con el nuevo gobierno democrático de Argentina, pues junto a Estados Unidos, Venezuela, Colombia y Brasil, México otorga un préstamo de 500 millones de dólares para evitar que ese gran país se declare en suspensión de pagos. Raúl Alfonsín llegó a la Casa Rosada luego de Roberto Viola, Leopoldo F. Galtieri, y Bignone, que de 1981 a diciembre de 1983 habían gobernado Argentina, con la histórica crisis de Las Malvinas. Antes, los regímenes eran militares como: Perón, Estelita y el general Videla, pero la guerra de Las Malvinas contra UK (Inglaterra) convocó nuevos escenarios económicos. El 24 de marzo anterior, el BID acababa de otorgarnos un préstamo de 221 millones de dólares y la SECOFI autorizaba aumentos a productos básicos. México pedía prestado y al mismo tiempo prestaba dinero a Argentina. Y para rematar el galimatías político-económico, el 13 de abril se autorizó un incremento en la gasolina del 33% quedando la Nova en 40 pesos por litro y la Extra en 54 pesos. Y eso apenas empezaba, pues el 1º de mayo explotaron dos bombas molotov en Palacio Nacional, justo en el momento en que desfilaban las preparatorias populares. Me tocó vivir de cerca esta crisis pues una delegación de ingenieros mexicanos que yo encabezaba fue a Argentina en esos días y nos entrevistamos con el presidente Alfonsín, quien celebraba sus primeros cien días de gobierno democrático. Vimos a un dirigente angustiado, y agradecido con México, y así nos lo hizo saber. Pero en México crecía la presión social; el 30 de mayo fue asesinado el periodista Manuel Buendía y el clima político siguió calentándose el resto del año hasta que, al año siguiente, en septiembre 19 de 1985 llegó el terremoto que arrasó con la ciudad de México y con el sistema político nacional, pues ya nuestro país no volvió a ser el mismo. Inició una nueva historia de apertura democrática dejando atrás el sistema de partido casi único por un sistema de partidos, que en cada elección subsecuente se pone a prueba. Sin embargo, esos escenarios no eran tan dramáticos como los que hoy se nos presentan: la economía es un desastre; millones de mexicanos quedaron desempleados a causa de la pandemia, los yerros del gobierno federal, y la violencia que ha crecido como nunca.