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2020: el año de la pandemia de COVID-19 fue también el más caluroso de la historia

El cambio climático no entiende de pandemias. La red europea Copernicus revela hoy que 2020 está a la par con 2016 como los años más calurosos en los registros a nivel global. Por su parte el Continente europeo vivió el año más caluroso de la historia con creces, debido en gran parte a las altas temperaturas que registró Siberia la mayor parte del año.

En Europa las temperaturas superaron en 0,4 ºC el record anterior que ostentaba el año 2019, según revela el Servicio para el Cambio Climático C3S de Copernicus, la red de observación de la Tierra de la Unión Europea. Los últimos seis años han sido los más calurosos en los registros.

Precisamente es esta sucesión de récords, en años tan próximos lo que más preocupa a la ciencia, que ve la prueba irrefutable de un calentamiento global más rápido de lo que se había previsto hasta la fecha.

Cabe señalar que el año 2016 estuvo marcado por un episodio del fenómeno El Niño, que tiende a aumentar las temperaturas. Al contrario, el año 2020 estuvo marcado por el enfriamiento de la Niña pero no fue suficiente para reducir la media global y ambos años terminan a la par en el cómputo global. Sin estos fenómenos meteorológicos, 2020 habría sido mucho más cálido que 2016.

Para la comunidad científica además está cada vez más claro que esta sucesión de récords de temperaturas globales y regionales son consecuencia de la actividad humana y las emisiones de gases de efecto invernadero. Pues bien, a pesar de los esfuerzos y de la ralentización de la economía global por los confinamientos ligados a la COVID-19, hemos seguido aumentando las emisiones de CO2. Sí se ha notado que el aumento interanual es ligeramente inferior al de 2019 respecto de 2018.

El año 2020 estuvo 1,25º C por encima de la media de la era preindustrial, lo que significa que estamos a las puertas del límite de 1,5º C que se fijaban las potencias mundiales en el Acuerdo de París. Los expertos consideran que a partir de este nivel de subida de temperaturas comienzarán a producirse cambios drásticos en el clima global. A partir de 2º C se temen consecuencias catastróficas.

Si se mantienen los compromisos de reducción de emisiones, los modelos actuales prevén un calentamiento global de entre 2,8º C y 3,2º.

¿Calentamiento global? ¿Con este frío?

En lugares como España, que acaba de superar su record de temperaturas bajas, con -35,8º C puede sonar un poco desfasado, pero el calentamiento global no es incompatible con periodos extremos de frío, al contrario. Los climatólogos coinciden en que el cambio climático provocado por la actividad humana corre el riesgo de multiplicar los extremos meteorológicos de todo tipo, al modificar los patrones climáticos.

De hecho el frío que atenaza estos días a toda Europa, se debe en parte a que la región Ártica está registrando temperaturas mucho más altas que la media normal para esta época del año.

Este episodio está impulsado precisamente por un calentamiento estratosférico anormal en el Ártico, que ha desplazado el vórtice polar, la corriente de aire frío que normalmente circula en el Polo Norte, hacia Europa y el oeste de EE. UU.

La doctora en Físicas y meteoróloga en Eltiempo.es Mar Gómez nos explica que una de las teorías más extendidas es que el calentamiento global está provocando alteraciones de la corriente de chorro, que regula el clima del planeta. "El aumento térmico, especialmente en el Ártico en comparación con los trópicos, está haciendo que dicha corriente se desacelere y se vuelva más ondulada.

Eso implica que podemos tener incursiones de aire frío más severas en invierno, pero también olas de calor más intensas y prolongadas durante el verano" comenta.

Aunque también recuerda que hay que diferenciar la climatología del tiempo, la meteorología cotidiana. "A mí me gusta decir que el clima es como nuestra personalidad (más robusto en el tiempo) y el tiempo meteorológico el humor, que fluctúa cada día. Porque tengamos una tendencia de calentamiento no implica que no tengamos situaciones puntuales en las que haya eventos de este tipo. Nada impide de momento que tengamos puntualmente episodios importantes de nevadas o inclusos inviernos rigurosos, pero la tendencia general se mantiene de aumento de temperaturas. Lo que cuenta es la tendencia y apunta al alza en temperaturas, aunque estos días veamos lo contrario. En el caso de Madrid ahora nieva menos que antes, pero puede seguir haciéndolo".

El termostato de la Tierra, averiado

El Ártico es, junto a la Antártida, uno de los termostatos del clima global. Allí las consecuencias del cambio climático avanzan del doble de rápido e intenso que en el resto del globo.

El año 2020 fue prácticamente una ola de calor continua en Siberia. En algunas zonas las temperaturas estuvieron hasta 6º C por encima de la media. En consecuencia la temporada de incendios del Ártico batió todos los récords emitiendo a la atmósfera 244 megatoneladas de dióxido de carbono, un tercio más que en 2020.

También fueron épicos los incendios australianos, a principios de año, y este otoño en California y otros estados de la costa oeste de EE. UU.

La superficie de hielo marino del océano Ártico ha estado en mínimos históricos en varios periodos del año, pero no ha superado el récord del año 2012.

En la Antártida, sin embargo el hielo se va recuperando, aunque muy lentamente, del mínimo histórico alcanzado en 2016.