El anuncio del gobernador Samuel García acerca de que buscará un nuevo trato fiscal para el estado en donde nos beneficie más, es en realidad una reversa histórica a su promesa de campaña… él dijo que se saldría del acto Fiscal y todos los que comentamos públicamente las cosas de la política dijimos que no, que no podía ser cierto, pues ello significaría casi que Nuevo León se convirtiera en una isla en medio del océano llamado México… y efectivamente, ya nada ha dicho el gobernador al respecto, sino todo lo contrario, agradece abiertamente el ‘gran apoyo’ que le ha dado el presidente López Obrador…///

La mejor prueba de ello es que le regaló la empresa Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, una que el gobernador Arturo B. de la Garza compró a unos empresarios canadienses para no depender de nadie en el suministro del agua… y ahora sin decir agua va, el señor gobernador le da su manejo real a la Conagua, es decir, al presidente López Obrador… este nuevo federalismo, entendido como lo entiende nuestro gobernador, no huele nada bien, sino como en Dinamarca, huela y no a rosas, precisamente… ¿de acuerdo?...