23/Apr/2024
Editoriales

Cría cuervos…

Todos tenemos ingratos recuerdos de personas a las que hemos ayudado y en la primera oportunidad nos traicionaron. Esas experiencias suelen presentarse cuando venimos bajando una escalera, en los momentos que estamos tristes, por eso duele más, aunque tal vez cuando la íbamos subiendo igual nos traicionaban, pero no nos dábamos cuenta porque andábamos celebrando algún triunfo pasajero. Vicente Vega dice en su Diccionario de Anécdotas que… “el célebre condestable de Castilla don Alvaro Luna, estando de caza vio a un hombre ciego que presentaba en lugar de ojos dos horribes cicatrices que habían desfigurado totalmente su rostro. Cuestionado al respecto le dijo: “Tres años ha criaba yo un cuervo que había recogido pequeñito en el monte, y le traté con mucho cariño, poco a poco fue haciéndose grande, grande… Un día que le iba a dar de comer saltó a mis ojos, y por muy pronto que me quise defender fue inútil: quedé ciego” a esto, don Alvaro dijo: “ya escucharon amigos: criad cuervos para que luego os saquen los ojos”. Hay que recordar que estas aves carnívoras suelen comer cadáveres empezando por los ojos, y lo grave, lo digo como agregado propio, es que muchas veces alguien nos lo advirtió cuando criábamos esos cuervos, pero como nadie aprende en cabeza ajena… zas!