25/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Enero 27 de 1857: expide el presidente Ignacio Comonfort la ley de Registro Civil, para que sea el estado quien se encargue de registrar los actos civiles de los mexicanos en vez de la Iglesia. Estos actos civiles regulados eran El nacimiento, El matrimonio, La adopción y La arrogación, El sacerdocio y la profesión de algún Voto religioso, temporal o perpetuo, y La muerte. Comonfort y su ministro José María Lafragua eran liberales declarados, por lo que desde un principio los conservadores se opusieron a esta ley, misma que vendría inluída en la Constitución del 5 de febrero de 1857.

Como se debió preveer, estas medidas junto a otras enderezadas para restarle presencia e importancia a la Iglesia, hicieron de la Constitución de 1857 un documento importante y polémico, mismo que explotó cuando posteriormente el presidente Benito Juárez promulgó las leyes de reforma, que potenciaron la presencia del gobierno como responsable y regulador de otras actividades que ampliaban las diferencias entre el conservadurismo y la política liberal.

Después hablaremos de la Guerra de Reforma, pues lo que hoy conmemoramos es la Ley del Registro Civil que daba pie al proyecto de Comonfort para abrir tantas oficinas de Registro Civil como Parroquias hubiera en cada pueblo. La excepción era la Ciudad de México que tenía muchas parroquias, así que allí se establecieron las oficinas del Registro civil en base a una estructura de división por cuarteles mayores. La mencionada ley preveía : “el que no estuviera inscrito en el registro, no podrá ejercer los derechos civiles y, además, sufrirá una multa de uno hasta quince pesos”.