Internacional

Ataques aéreos refuerzan cerco contra EI en ciudad libia

MISRATA, Libia - Fuerzas libias aliadas con el Gobierno respaldado por Naciones Unidas atacaron la ciudad de Sirte con fuego de artillerí­a y bombardeos aéreos, en una ofensiva contra los militantes de Estado Islámico, dijo un funcionario el martes.

Los militantes que defienden el último bastión del EI en el paí­s norteafricano habí­an logrado mantener a raya a las fuerzas libias con francotiradores y morteros, pero ahora están rodeados tras dos meses de campaña para recapturar la ciudad.

La caí­da de Sirte serí­a un duro revés para el EI, que capturó la ciudad hace un año, en medio del caos generado por la guerra civil entre facciones rivales que combatieron a Muammar Gaddafi en 2011.

"Nuestras fuerzas (...) atacaron a los militantes con artillerí­a y con la fuerza aérea alrededor del complejo Uagadugú, en el distrito Ghiza Asskariya, y en el centro de la ciudad", dijo Rida Issa, portavoz de las fuerzas de Misrata que combaten en Sirte.

Issa aseguró que murió un combatiente de Misrata y que otros 20 resultaron heridos por un ataque de mortero contra su posición en la lí­nea de frente de Zaafran, cerca de la rotonda en la que el EI crucificó una vez a sus ví­ctimas. Fueron hallados los cuerpos de unos 13 militantes del EI, pero las fuerzas de Misrata tuvieron que retroceder por el fuego de los francotiradores.

Las potencias occidentales apoyan al gobierno del primer ministro, Fayaz Seraj, que se trasladó a Trí­poli hace tres meses en un intento por unificar a dos gobiernos rivales y varias facciones armadas. Seraj está trabajando con una Corporación Nacional del Petróleo unificada para reactivar la industria petrolera.

Tras un rápido éxito en la expulsión del EI de una franja costera de territorio que controlaba, la batalla de Sirte se ha ralentizado al convertirse en un combate puerta a puerta, mientras las fuerzas de Misrata peinan las áreas residenciales.

Los comandantes de Misrata aseguraron que unos pocos cientos de militantes se encuentran atrincherados alrededor del complejo Uagadugú, la universidad y el hospital de la ciudad. Avanzan con cautela, ya que en la campaña han muerto hasta el momento unos 200 combatientes.