19/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Abril 15 de 1957: muere en la Ciudad de Mérida, a los 39 años de edad, en un accidente aéreo, el famoso cantante y primer actor del cine nacional Pedro Infante Cruz. Hijo del maestro de música Delfino Infante y de Refugio Cruz de Infante, nació en Mazatlán en el año de 1917. Pedro tuvo catorce hermanos de los cuales sobrevivieron sólo ocho. Siendo apenas un niño, su familia se fue a vivir a Guamúchil, Sinaloa, y ahí fue donde recibió su instrucción primaria hasta el cuarto grado. A los dieciséis años ya había formado una orquesta a la que bautizó con el nombre de “La Rabia”, que amenizaba en fiestas particulares y en los cabarets de esa población sinaloense.

Como cantante debutó en la estación de radio XEBL y para 1938 ya cantaba en la XEFB de Ciudad de México, comenzando a presentarse en algunos teatros de la Capital. Entró al cine de extra en la película En un Burro tres Baturros, de donde fue haciéndose más conocido con otras películas que filmó en papeles minúsculos. Su primera película como primer actor fue en 1943 y se llamó La Feria de las Flores. Hasta que el director Ismael Rodríguez lo llamó para que filmara Escándalo de Estrellas, una sátira artística del año 1944.

Siguió Cuando Lloran los Valientes en 1945 donde hizo pareja con la actriz Blanca Estela Pavón. Y de ahí en adelante participó en sesenta películas que muchas de ellas se convirtieron en representativas de la Época de Oro del Cine Nacional. En 1947 se estrenó la película Nosotros los Pobres que fue un exitazo en taquilla, y al año siguiente Ustedes los Ricos, con la compañía de Blanca Estela Pavón y Chachita Muñoz, para en 1952 filmar Pepe El Toro, completando así la trilogía más popular en la historia del cine nacional. En todas sus películas aparecía cantando, y esa era la diferencia con la mayor parte de los actores de cine que, salvo excepciones del tipo Jorge Negrete, quienes eran grandes actores como El Indio Fernández o María Félix, eran reconocidos como tales, pero las salas donde se exhibían películas de Pedro Infante se convertían en salones de fiesta cuando el público cantaba las canciones que en la pantalla veían con la voz y la figura del ídolo Pedro Infante. Su vida personal fue muy complicada, pues era muy afortunado en el amor, hasta que su afición por la aeronáutica le llevó a pilotear una aeronave que al caerse privó a México de una de sus más grandes estrellas del cine y de la música de todos los tiempos. Localmente, el cronista Juan Alanís escribió un libro llamado Pedro Infante, donde narra sus vivencias con el mazatleco.