Agosto 19 de 1991: Dí­a Mundial de la Fotografí­a. La Sociedad Fotográfica Internacional de India celebra en esta fecha por primera vez El Dí­a Internacional de la Fotografí­a, convocando a las demás naciones a que lo adopten. La propuesta se hizo en conmemoración de cuando en 1839, el francés Louis Daguerre (1789-1851) dio a conocer su "Daguerreotype", antecedente de la moderna fotografí­a en la Academia de las Ciencias de Parí­s.

En 1814 la litografí­a habí­a llegado a Francia. Utilizando una piedra lisa, formada por una caliza muy fina, el artista plasmaba sobre la superficie una imagen cualquiera. Esa imagen quedaba impresa en el papel luego de que una prensa corrí­a sobre la piedra. Francia entraba de lleno a la época de las máquinas, con miles de hiladoras y tejedoras mecánicas produciendo. Ese avance productivo provocó que los artesanos se volvieran obreros y los obreros, miserables, y todo en una época en que menos del 1% de los franceses tení­a derecho a votar, por lo que habí­a una gran necesidad entre las familias pobres y mucha inquietud social. La revolución francesa terminó oficialmente en 1799 pero el desequilibrio social no se terminó, sólo la monarquí­a habí­a cedido y reducido sus funciones y presencia polí­tica.

Los prósperos eran sólo los dueños de las fábricas, los banqueros, los comerciantes y los hombres de estado. Entre los burgueses intelectuales habí­a uno -Nicéphore Niépce-, convencido que la ciencia tení­a futuro, así­ que a ella le apostó su fortuna. Experimentó con la litografí­a y alcanzó a sustituir la piedra por una placa de metal y el lápiz por la luz solar. En 1824 Niépce obtuvo resultados positivos y ubicándose que sus conocimientos eran escasos, pidió ayuda al inteligente pintor Daguerre, quien perfeccionarí­a el invento y se lo apropiarí­a. La placa metálica sensible a la luz debí­a someterse a la acción de vapores de yodo y luego de muchos intentos, el método resultó infalible si se seguí­an los pasos al pie de la letra. Los preparativos duraban alrededor de una hora y no se podí­a obtener más de una copia de la imagen. Estos experimentos trascendieron, así­ que los pintores y retratistas rezaban para que fracasaran, pues se quedarí­an sin trabajo al ser exitosos. Los primeros daguerrotipos pesaban alrededor de 50 kilos y costaban 400 francos. En agosto de 1839, la Academia de Ciencias adquirió el invento de Niépce y Daguerre, liberando la patente a la humanidad. En unas cuantas semanas, Parí­s estaba repleta de aprendices de fotógrafos, en las márgenes del rí­o Sena, cientos de ellos con sus aparatos competí­an por producir las mejores imágenes de daguerrotipos, que con el tiempo trocaron por fotografí­as. Así­ empezó la fotografí­a y pensar que hoy dí­a tomamos imágenes a diestra y siniestra desde nuestra computadora móvil llamada "teléfono celular" que sustituyó a muchas máquinas y entre ellas a las cámaras fotográficas antiguas y lo hacemos como si fuera algo sin chiste.