Los franceses recuperaron este martes la libertad de viajar a cualquier punto del país sin justificación y disfrutar de bares y restaurantes, pero manteniendo la prudencia ante un virus que causó casi 30.000 muertos y paralizó gran parte de la economía.

El gobierno francés ha decido pasar a la fase 2 del desconfinamiento, que supone prácticamente el retorno a la normalidad, tras la caída de los contagios registrada desde que se inició la primera etapa el 11 de mayo.

Esto significa el fin de la prohibición de desplazarse a más de 100 km del domicilio, una medida muy esperada por los habitantes de las grandes ciudades o por las familias separadas durante más de dos meses.

"Es posible que el próximo fin de semana vaya al fin a ver a mis nietos a Nantes (oeste)", dice Linda Espallargas en París. "Pero iré en mi coche para estar bien aislada porque tengo más de 65 años y no me fío", agrega.

Tras la reapertura de parques y jardines el sábado, las playas, museos, monumentos, zoos o incluso los teatros van a poder reabrir este martes, aunque respetando las distancias y con mascarilla.

Los amantes del cine, todavía tendrán que esperar a la fase 3, el 22 de junio.

Los cafés, barres y restaurantes, siniestrados por más de dos meses de cierre, se preparan activamente desde hace algunos días para recibir al fin al público. Los establecimientos de la región parisina sólo podrán hacerlo en las terrazas exteriores.

- "Optimismo" -

"El optimismo reina hoy", dice Hervé Becam, vicepresidente de la Unión de oficios y de industrias de la hostelería (Umih).

Optimismo porque muchos clientes están impacientes. "Ya he previsto ir a tomar algo en una terraza y aprovechar un poco esta forma de libertad recuperada y tratar de ayudar un poco a los comercios de proximidad", cuenta Eloi David, en París.

Pero algunos establecimientos no abrirán inmediatamente ya que es demasiado complicado o poco rentable.

En las zonas naranja (Isla de Francia -donde se ubica París- Guyane, Mayotte) todavía bajo vigilancia por el coronavirus, solo están habilitadas las terrazas. En la zonas verdes, en el interior, el máximo de clientes por mesa será de diez y las mesas tendrán que estar separadas entre sí un metro.

En lo que respecta a la educación nacional, todos los colegios e institutos de Francia van a abrir progresivamente. En zona verde, todos los alumnos podrán regresar al centro pero en zona naranja, los centros recibirán prioritariamente a los alumnos de 6º y de 5º.

"Nuestro objetivo es que todos los alumnos de primaria, incluso en zona naranja, tengan de nuevo un contacto físico con su centro, para entrevistas individuales, antes de las vacaciones", dijo el ministro Jean-Michel Blanquer la semana pasada.

Sin embargo, las estrictas medidas sanitarias pueden dar al traste con los buenos propósitos.

La reapertura de los institutos, cuyo anuncio era muy esperado, será "progresiva" en las zonas verdes, con una atención "por nivel", prometió el ministro de Educación. En Isla de Francia, los alumnos serán recibidos en "pequeños grupos" o con "entrevistas individuales" que permitirán, según las necesidades, hacer un balance de su situación educativa.

- StopCovid -

La epidemia ha matado a 28.883 personas en Francia, según el último balance publicado el lunes por la noche (31 más que la víspera). El número de pacientes en reanimación (1.302) sigue cayendo (-17).

Pero el virus sigue circulando por lo que las autoridades sanitarias están en alerta para detectar la mínima señal de un aumento de la epidemia y yugular cualquier nuevo foco.

La aplicación de rastreo StopCovid, destinada a ayudar al control de la propagación del virus, estará disponible este martes. Los usuarios de teléfonos móviles podrán instalarla voluntariamente en los mismos.

"Necesitamos que el mayor número de personas la tenga", afirmó el secretario de Estado para la tecnología digital, Cédric O, en particular los habitantes de las ciudades, ya que es donde más circula el virus.

En caso de una nueva ola, el gobierno ya ha advertido que se podría adoptar medidas de reconfinamiento, en particular restricciones a la circulación.

Pero un nuevo confinamiento sería un duro golpe para la economía que empieza a reactivarse, y una recesión que el gobierno estima en el 8% para 2020.

"El país va a tener que luchar contra el impacto de una recesión histórica", ha advertido el primer ministro Edouard Philippe.