Agosto 30 de 1883: Muere a los 38 años de edad, en Mazatlán, la cantante Ángela Peralta “El ruiseñor mexicano”. María de los Ángeles Manuela Tranquiliza Cirila Frena Peralta Castera, nace en la ciudad de México el 16 de junio de 1845. De origen humilde, con apenas ocho años cantó La Cavatina de Donizetti y fue aclamada al personificar la “Eleanora del Trovador” de Verdi. Su padre la llevó en 1861 a Europa y se quedó en Milán, Italia.

El 13 de mayo del año siguiente debutó en el teatro de la Scala con “Lucía de Lammermor”. Entre 1863 y 1864 tuvo presentaciones en Roma, Florencia, Bolonia, Lisboa, y El Cairo. En Italia cantó ante Víctor Manuel II, “la Sonámbula” de Bellini y hubo de salir ¡32 veces! Al escenario para recibir aplausos y ovaciones. En 1866 fue invitada por el emperador Maximiliano a que regresara al país pues se la pasaba de gira en Europa, y vino a la ciudad de México a cantar para él y su esposa Carlota, provocando una severa crítica del escritor Ignacio Manuel Altamirano y ello la obligó a cantar un año después en Veracruz: I Puritano de Vecenzo Bellini a beneficio de la guerra contra los invasores. En Guadalajara inauguró el Teatro Degollado que en ese tiempo se llamaba Teatro Juan Ruiz de Alarcón, y después partió a Europa debido a que era inminente la caída del imperio de Maximiliano.

Tocaba extraordinariamente bien el arpa y compuso piezas musicales dedicadas a México, como Un Recuerdo de mi Patria, Nostalgia, Margarita, Adiós a México y Nostalgia, entre otras. En Mazatlán contrajo la fiebre amarilla y falleció de esa enfermedad en el Teatro Rubio, donde estaba alojada por disposición de la empresa de representaciones.