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Carstens dice peso mexicano no está bajo ataque

CIUDAD DE Mí‰XICO - El peso mexicano no es objeto de un ataque especulativo, pero las autoridades podrí­an intervenir discrecionalmente en el mercado cambiario en alguna situación excepcional, dijo el miércoles el jefe del banco central, Agustí­n Carstens.

Al presentar el informe trimestral de inflación, Carstens dijo que los mercados financieros están operando relativamente bien y que la depreciación de la moneda no es un fenómeno exclusivo de México.

"Los ataques especulativos normalmente se presentan cuando se está especulando en contra de una decisión que toma el banco central y en este caso no lo estamos viendo", dijo el banquero central en rueda de prensa.

El peso mexicano ha perdido alrededor de un 7.0 por ciento este mes, el segundo peor desempeño de entre las 36 monedas más negociadas del mundo, sólo detrás del rand sudafricano.

Carstens dijo que la junta de gobierno del banco central vigilará de cerca el desempeño del peso y su posible traspaso a los precios al consumidor.

El banco central subió en febrero sorpresivamente la tasa clave de interés en 50 puntos base a 3.75 por ciento, en una decisión unánime orientada a frenar la depreciación del peso, que amenaza con acelerar a la inflación. [ID:nL2N15W1HO]

"De ninguna manera estamos negando la posibilidad que en algún momento haya una intervención cambiaria en el mercado cambiario, (...) eso también serí­a única y exclusivamente en condiciones francamente excepcionales", dijo.

La entidad espera que la inflación se ubique en promedio este año en un 3.0 por ciento, justo en su objetivo permanente.

Por otro lado, el banco central mantuvo su pronóstico de crecimiento económico del paí­s para este año en un rango de entre un 2.0 y un 3.0 por ciento, pero bajó el de 2017 debido a un complejo entorno internacional.

Para el año próximo, la entidad recortó a un rango de entre un 2.3 y un 3.3 por ciento el pronóstico de crecimiento, desde un 2.5 a un 3.5 por ciento, debido en gran medida a un desempeño menor al previsto de la producción industrial de Estados Unidos.