Octubre 19 de 1945: muere en Ciudad de México el ex presidente Plutarco Elías Calles, destacado político y militar revolucionario del Grupo Sonora. Se llamaba Francisco Plutarco Elías Campuzano, nació el 25 de septiembre  de 1877 en Guaymas Sonora, hijo natural de Plutarco Elías y María de Jesús Campuzano, hijastro de un modesto cantinero del que adoptó su apellido Calles en agradecimiento a su trato. Fue maestro en la Escuela de la Moneda de Hermosillo, y al mismo tiempo encargado del hotel California en Guaymas, y además administrador de un negocio comercial en Agua Prieta.

Allí conoció a Adolfo de la Huerta, Carlos Plank, Ignacio Bonilla y otros que serían importantes revolucionarios. Al mismo tiempo era redactor del periódico El Siglo XX y de la Revista Escolar del estado de Sonora. En 1912 ingresó al ejército para luchar contra el orozquismo, bajo las órdenes de Álvaro Obregón siendo un importante elemento para derrocar al presidente Huerta.

En 1915 le dieron el rango de coronel por su actuación militar en contra de Pancho Villa. El presidente Carranza lo nombró comandante militar y gobernador de Sonora. En sus dos periodos de gobierno prohibió la fabricación y venta de bebidas alcohólicas, reguló el divorcio, fundó escuelas, bibliotecas, derogó las exenciones de impuestos, fijó el salario mínimo y tomó medidas contra los sacerdotes católicos, suprimiendo el Tribunal Superior de Justicia. Luego Carranza lo nombró secretario de Comercio y Trabajo, pero dimitió para apoyar la candidatura de Álvaro Obregón a la presidencia, en contra de Carranza. Al asesinato de Carranza, Obregón tomó las riendas del país y Calles fue secretario de Gobernación, y su virtual sucesor. Siendo presidente, de 1924 al 28, agredió a la Iglesia Católica. También fundó –imitando a Enrique VIII de Inglaterra- la Iglesia Católica Apostólica Mexicana, bajo el “pontificado” de un señor apellidado Pérez.

La iglesia respondió denunciando la Constitución de 1917 y el gobierno reaccionó cerrando conventos y templos. Así que la iglesia decidió suspender el culto, detonándose la Guerra Cristera en 1927. Ese año por cierto, el precio de la plata cayó mucho, provocando un sisma económico nacional, que sumado a la lucha armada fraticida, hizo que México tuviera un pésimo año. De todas formas, Calles construyó varias instituciones nacionales y suprimió el principio de la no-reelección, para permitir que Obregón regresara a la presidencia. Ante el asesinato de Calles, el Congreso entregó la presidencia a Emilio Portes Gil, y al año siguiente Calles fundó el Partido Nacional Revolucionario el 4 de marzo de 1929, quedando como  “Jefe Máximo de la revolución”, sitial oficioso pero desde el cual ejerció influencia desde 1928 a 1934, periodo conocido como el “maximato”. Después fue funcionario federal en varias carteras hasta que llegó a la presidencia Lázaro Cárdenas, y el 10 de abril de 1936 hubo de salir del país expulsado rumbo a San Diego y Los Ángeles hasta 1941, que regresó a la Hacienda la Soledad de la Mota en General Terán NL, y luego a la Ciudad de México, apoyado por el presidente Ávila Camacho. Calles, como le decía la gente, dejó buenos amigos y familiares en Nuevo León.