08/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Julio 5 de 1850: nace en Monterrey, Miguel Filomeno Martínez Pérez, quien sería conocido como Miguel F. Martínez. Llegó a ser un destacado ingeniero topógrafo, educador y músico. Su padre, el pintor Antonio Martínez Romero y su madre Francisca Pérez Montalvo, siempre lo impulsaron a que estudiara música, alcanzando a participar en la orquesta juvenil de Juan Nepomuceno Salas, en la que tocaba la flauta. Apenas tenía 14 años cuando ya era parte de la mejor orquesta de Monterrey, dirigida por Miguel Gómez. En la época de la invasión francesa, la educación era intermitente, pues en 1865 la ley imperial clausuró todos los colegios forzando a que los maestros dieran clases en sus casas, y fue hasta 1868 que se normalizó la educación, precisamente cuando el joven Miguel fue premiado por sus conocimientos de filosofía, y a partir de ese momento se abocó a la academia, pues comenzó a colaborar con el maestro Serafín Peña como su auxiliar. 

Cuando el Colegio Civil de Monterrey abrió las clases de agrimensura, Miguel se inscribió gustoso, pero al siguiente año sólo él se reinscribió por lo que el gobierno clausuró esa cátedra. Ante ello, Miguel F. Martínez siguió estudiando en forma particular con el ingeniero Francisco Leónidas Mier, único profesional de esa especialidad en la región, quien le otorgó el título de Ingeniero Topógrafo el 21 de octubre de 1871. 

Para enero de 1872 fue nombrado el Ingeniero de la Ciudad, posición básica para el desarrollo urbano citadino. Casó con Josefa Rendón y en 1875 fundó un colegio privado que hubo de cerrar por motivos de trastornos políticos en la Ciudad que por aquellos tiempos ya tenía 30 mil habitantes, así que se dedicó a ejercer su carrera de Ingeniero. En 1877 fue a Lampazos a dirigir la escuela de niños, donde por cierto, también dirigió la banda musical. En 1881 dirigió la Escuela Normal de profesores y en 1882 intervino en la creación de la Biblioteca Pública del Estado. En 1888 organizó la II Exposición  Industrial de Nuevo León,  y en 1892 creó la Academia Profesional para Señoritas. Fue director de Instrucción Pública en ese mismo año de 1892, y comisionado para inspeccionar la Normal de Coahuila, hasta 1895. Debido a su destacado papel desempeñado en tal función, fue nombrado director general de Instrucción Pública en el Distrito Federal desde 1892 hasta 1900. Director del Colegio Civil de Monterrey de 1900 a 1901, siendo consejero ex – Oficio de la Universidad Nacional a partir de 1910. De 1911 a 1914 fue director de la Escuela Normal Nacional de Maestros. Regresó a Monterrey para, en 1915, ser nombrado director de las Escuelas Normales del Estado. Fue electo en varias ocasiones como representante popular, entre ellas, senador por el estado de Durango. En 1918 el Congreso del Estado le nombró Benemérito de la Educación Nuevoleonesa, y se dio tiempo para escribir los libros: La Gruta de Pesquería, en 1893. Reseña Histórica  de la Instrucción Pública en Nuevo León, desde sus orígenes hasta 1891 (en 1894); Una ascensión al Popocatépetl en 1911, y otros más, especializados en educación. Murió en Monterrey, el 3 de febrero de 1919, dejando descendientes de alto nivel cultural que le dieron lustre al apellido. En su honor la Escuela Normal del Estado, se llama Ing. Miguel F. Martínez.