Diciembre 26 de 1851: Toma Jalapa el teniente coronel santanista Juan Clímaco Rebolledo, quien se alzó en contra de las medidas fiscales tomadas por el gobierno federal que encabezaba el presidente Mariano Arista. Desde el mes de junio el tema fiscal era lo más importante, al grado que algunos diputados proponían conceder facultades extraordinarias al presidente Arista para que dispusiera de un millón 680 mil pesos de la indemnización del Tratado Guadalupe Hidalgo, para solventar los pagos pendientes de la deuda interior. Como la propuesta no prosperó, en el mes de agosto hubo una reunión del presidente y su gabinete con los gobernadores, para decidir cómo se enfrentaría el serio déficit fiscal existente. Además, el Ministro de Relaciones planteó al Congreso las exigencias diplomáticas que Inglaterra ejercía sobre México, terminando de agravar la crítica situación económica nacional. Así que, en la reunión del 17 de agosto, el secretario de Hacienda propuso que los estados aportaran mil 200 millones de pesos cobrando impuestos adicionales a la propiedad de fincas, así como incrementar el aprovechamiento de la renta de tabaco y de los derechos aduanales vigentes. De inmediato se creó un ambiente de rechazo entre los causantes, y de inconformidad popular. Aprovechando esa coyuntura, Clímaco con 150 hombres, tomó Jalapa, obligando al gobernador de Veracruz, solicitar de urgencia el refuerzo de tropas federales. Llegaron esos refuerzos, y para el día 29 de diciembre ya Clímaco se preparaba para abandonar la plaza de Jalapa. El decimonono mexicano fue terrible; en este caso, la invasión norteamericana de 1846 a 1848 había desvalijado a México con más de la mitad de su territorio, y la autoestima de los mexicanos andaba por los suelos. Arista apenas salía de un problema importante, cuando debía solucionar un levantamiento, o soportar algún golpe de estado, y después de los hechos narrados, sobrevino el Plan de Guadalajara, que terminó con la presidencia de Mariano Arista que renunció el 6 de enero de 1853. En cuanto al veracruzano Juan Clímaco Rebolledo, terminó sus días fusilado el 15 de marzo de 1859 en Sinaloa.