19/Apr/2024
Editoriales

Los Templos de Monterrey. La Basílica de La Purísima Concepción

 
 

Desde finales del siglo XVII en el confín poniente de la Ciudad existía una pequeña Capilla dedicada a Nuestra Señora de la Concepción, propiedad de una india tlaxcalteca llamada Antonia, conocida como La ZapateraEstaba a la vera del Camino Real -hoy calle de Hidalgo- que comunicaba a Monterrey con la Ciudad de Saltillo y el resto del Virreinato. Se abría a la devoción popular y tenía su fiesta anuallo que significaba el “día que una religión celebra con especial solemnidad”.  

 

Esta celebración a Nuestra Señora de la Concepción se realizaba el 8 de diciembre, festividad a la que también se le conoce como “fiesta de la Purísima Concepciónpor lo que a esta Capilla comenzó a decírsele simplemente “la Purísima”.  

 

El milagro de la Virgen deteniendo un desbordamiento  

del Río Santa Catarina 

 

Conocida es la leyenda que versa de un milagro obrado en 1714, cuando el Río Santa Catarina crecido estaba a punto de desbordarse, lo que suele suceder periódicamente, y La Zapatera llevó la imagen de La Purísima Concepción a la orilla del río. La respuesta del Santa Catarina fue que dejó de bramar, y se calmó 

 

Lo que no es leyenda es la existencia del lugar, y el testamento de la Zapatera de 1719 lo deja en claro. Antonia heredó a su hija Teresa la hechura de Nra Ssa de la Concepción con su Capillita y todos lo anexo su servo (servicio) y ornato”. Esa Capilla de la Purísima debió haber sido entonces una especie de Ermita, o pequeño espacio religioso ubicado en despoblado donde solo el altar está techado y no se celebra Misa en forma regular. 

 

Por qué era tan visitada la Capilla de La Purísima 

 

Por esas u otras razones, desde entonces la Capilla de la Purísima Concepción era muy concurrida. Porque frente a ella estaba la Plaza de los Arrieros -hoy Plaza de la Purísima- donde descansaban los animales de carga que abastecían de productos a la Ciudad, y al ubicarse al lado del Camino Real, los viajeros y arrieros iban a encomendarse a Dios, más los devotos de La Purísima Concepción que llegaban peregrinando a pedir favores o cumplir mandas. 

 

Una nueva inundación daña a la Capilla; se reconstruye para ser Templo  

 

Pero sucedió que en 1756 sobrevino una inundación que dañó severamente la Capilla de la Purísima. Ante esto, Doña Petra Gómez de Castro, acaudalada dama local no solo la reparó, sino que allí edificó otra Capilla más grande, que llegaba a la categoría de Templo. Como tal se entiende un edificio religioso que cuenta con lo necesario para el culto formal, como una sacristía, confesionarios, baptisterio, y la casa del sacerdote.   

 

Ese Templo era de una sola nave, con bóveda de cañón y muros de sillar que medía en total 6.70 metros de ancho, por 20 metros de largo, y al frente se instaló un Camposanto. No está claro hasta cuando siguió utilizándose como centro de culto, pues en 1841 al maestro José María Ballesteros, el Ayuntamiento de Monterrey le dio permiso para abrir una escuela de lectura, escritura y aritmética en la Capellanía (casa del capellán de la Purísima). Y además en un mapa militar de 1848 del ejército norteamericano aparece solo el cementerio y no se señala la existencia de un Templo. 

 

La Purísima Concepción, dogma de la Iglesia 

 

Un lustro después, en diciembre 8 de 1854, el papa Pío IX declaró dogma de la Iglesia Católica a la Purísima Concepción de la Virgen María. Esto es que la Virgen fue concebida naturalmente por San Joaquín y Santa Ana pero que desde su concepción estaba libre de pecado incluyendo el pecado original. Esto revivió el culto de la Purísima Concepción en todo el mundo católico, incluyendo desde luego a Monterrey. 

 

La ampliación del Templo de La Purísima en 1862  

 

Además, influyó para que en abril 7 de 1856 el Ayuntamiento de Monterrey donara un terreno a la Iglesia consistente en una merced gratuita de 25 varas de frente por 30 de fondo junto a la Capilla de la Purísima para su ampliación. Así que, tanto el Municipio como la feligresía y la Iglesia participaron en la construcción. Una Junta de salud municipal y la Iglesia se ocuparon de que los sepulcros fueran reubicados bajo el Templo en forma respetuosa y sanitaria.

 

El Gobierno de la Ciudad contribuyó a esta obra, cediendo los impuestos de calles y plazas, que eran entregados a la Purísima. Así que el nuevo Templo se bendijo el 5 de diciembre de 1862 con la presencia del obispo Francisco de Paula Verea y el gobernador Santiago Vidaurri. Posteriormente se bardeó con sillar y se colocó sobre la entrada una cruz de fierro que actualmente está sobre la entrada de las criptas. 

 

La transformación del Templo a la Parroquia de La Purísima en 1908 

 

El Templo de la Purísima se convirtió así en Parroquia en 1908, y como todos los de su especie se cerró por la Guerra Cristera en 1926. Y una vez superado el conflicto, desde los años treinta, las familias acaudaladas del Centro de Monterrey comenzaron a migrar a colonias ubicadas cerca de la Purísima rumbo al Obispado, haciendo insuficiente el Templo. 

 

Demolición del edificio de La Parroquia de La Purísima para edificar  

uno nuevo 

 

Ante esta realidad el arzobispo Guillermo Trischler solicitó proyectos para ampliarlo eligiéndose al de Enrique de la Mora, iniciándose su construcción en 1939. Así fue como eTemplo de 1862 fue demolido y en su lugar se levantó el nuevoque fue la primera Iglesia de estilo moderno en el país. 

 

Era uno de los primeros cascarones de concreto armado. Su diseño es toda una clase de Geometría analítica, pues se optimizaron los esfuerzos estructurales de los arcos, parábolas, hipérboles, bóvedas. El paraboloide de la nave principal se intersecta con otro menor, de suerte que visto en planta ambos forman la cruz católica tradicional. 

 

La Purísima, primera Iglesia de estilo moderno del país,  

fue premiada en 1946  

 

Se revistió con la misma piedra que se extrajo en la excavación. En lo alto de una de las paredes se colocó unfigura de barro cocido de la Purísima, obra de seis metros y medio de altura, autoría de Adolfo Laubner MayerEl Cristo y los doce Apóstoles son del escultor judío Herbert Hofmann de Ysenbourg, lo que generó polémica entre la grey católica, pero el Arzobispo y la Comisión de arte sacro sostuvieron su decisión. La obra fue galardonada con el Premio Nacional de Arquitectura en 1946, y en 1989  

el papa Juan Pablo II le dio a la Purísima el estatus de Basílica Menor. 

 

La Purísima se convierte en Basílica Menor 

 

En este milenio la Basílica de la Purísima fue remodelada en su exterior para reparar el daño que las palomas y su excremento le habían hecho a la estructura y las esculturas. 

 

El área de la Purísima dejó de ser residencial para convertirse en zona comercial y de edificios departamentales. Por ello el Templo de la Purísima ha incrementado poco a poco su feligresía, yendo a visitarla no sólo devotos de la Virgen, sino también transeúntes y turistas. Su buen mantenimiento la coloca en el nivel de un atractivo turístico pues se complementan el hermoso Templo y su bella plaza, que es dueña de su propia e interesante historia. 

 

Fuentes: 

Aureliano Tapia, el arzobispo Guillermo Trischler 
www.lapurisimamonterrey.org


Arzobispado de Monterrey