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EEUU advierte que se acabó "la era de la paciencia estratégica" con Corea del Norte

El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, advirtió este lunes que "la era de la paciencia estratégica" de Washington hacia Corea del Norte ha terminado.

Y advirtió que Pyongyang "harí­a bien en no poner a prueba la determinación" del presidente Donald Trump.

Pence formuló estas declaraciones durante una visita a la zona desmilitarizada entre Corea del Norte y Corea del Sur, un dí­a después del lanzamiento fallido de un misil norcoreano.

El vicepresidente de EE.UU. se encuentra en la primera escala de una gira de 10 dí­as que además de Corea del Sur incluye a Japón, Indonesia y Australia, en momentos de extrema tensión en la pení­nsula coreana.

Pence, cuyo padre luchó en la Guerra de Corea de 1950-1953, dijo que Estados Unidos mantendrá su "alianza férrea" con Corea del Sur.

El funcionario habló de la "determinación del pueblo y el presidente estadounidenses" para resolver la situación "a través de medios pací­ficos, a través de negociaciones".

Pero Pence advirtió que "todas las opciones están sobre la mesa para alcanzar los objetivos y asegurar la estabilidad de la gente de este paí­s, en una nueva insinuación de que la ví­a militar es una posibilidad si Pyongyang tensa demasiado la cuerda.

Mientras el vicepresidente de EE.UU. formulaba sus declaraciones se escuchaba una música de propaganda desde el lado norcoreano.

La zona desmilitarizada es una franja de cuatro kilómetros de ancho minada que recorre la frontera entre ambos paí­ses -que técnicamente siguen en guerra desde hace más de 65 años- y el único punto donde tropas de Norte y Sur se ven cara a cara, lo que hace palpable la tensión entre Pyongyang y Seúl.

Pence fue trasladado desde el centro de Seúl (a unos 50 kilómetros al sur de la zona desmilitarizada) en un helicóptero militar Blackhawk hasta tocar tierra en Camp Bonifas, que debe su nombre a uno de los dos soldados de EE.UU. a los que mataron tropas norcoreanas en un incidente en la zona desmilitarizada en 1976.

Cooperación con China

El domingo, el asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, H.R. McMaster, dijo que Estados Unidos trabaja junto China en una respuesta a las provocaciones de Corea del Norte.

"Estamos trabajando junto a nuestros aliados y socios, y con los lí­deres chinos, para elaborar una gama de opciones" que estén listas si el régimen norcoreano persiste en su "patrón desestabilizador y provocador" y se niega a "desnucleanizarse", dijo H.R. McMaster en declaraciones a la cadena estadounidense ABC desde Afganistán.

McMaster agregó que en las "próximas semanas, meses", habrá "una gran oportunidad para todos" de "emprender acciones excepto el conflicto armado, de manera que pueda evitarse lo peor".

Preguntado por si la opción militar sigue sobre la mesa, el asesor respondió: "todas nuestras opciones están sobre la mesa, en proceso de mejora y de desarrollo más a fondo".

McMaster agregó que el lanzamiento fallido de un misil norcoreano el fin de semana"encaja en el patrón de comportamiento provocador, desestabilizador y amenazante del régimen de Corea del Norte".

Ejercicios militares

Un funcionario militar estadounidense que no fue identificado afirmó según informes que el misil disparado por Corea del Norte fue probablemente un proyectil de alcance intermedio y no uno con rango intercontinental (ICBM por sus siglas en inglés).

En enero el lí­der norcoreano, Kim Jong-un, aseguró que su paí­s ultima el desarrollo de un ICBM que pueda alcanzar Estados Unidos.

A raí­z de otro misil lanzado el pasado 5 de abril por Corea del Norte, el Pentágono envió a la pení­nsula al portaaviones nuclear USS Carl Vinson.

Por otra parte, tropas de EE.UU. y Corea del Sur realizan actualmente ejercicios militares conjuntos, que se prolongarán durante dos semanas.

A este panorama de gran tensión se une la posibilidad de que el régimen de Kim Jong-un decida realizar en los próximos dí­as una sexta prueba atómica.

Fotos recientes parecen indicar según analistas que todo está listo en su base nuclear para ejecutar una, un gesto que escalarí­a el nerviosismo en la región.