03/May/2024
Editoriales

El Inge Nopalito

Pascual Ortiz Rubio es el único ingeniero que ha sido presidente de la República. Sin embargo, la historia le ha tratado mal, pues su apodo le deja mal referenciado, pues le decían despectivamente “El nopalito” debido a que “era baboso”. 

Nació en Morelia y se graduó en la Escuela Nacional de Ingenieros de la ciudad de México. Fue electo diputado federal y en 1913 lo apresaron junto con otros legisladores enemigos de Victoriano Huerta pero al salir, con mayor decisión  se adhirió al constitucionalismo de Carranza. 

En 1917 se hizo cargo de la gubernatura de Michoacán, y formó parte de los gabinetes de Adolfo de la Huerta y de Álvaro Obregón. 

En 1926 era embajador en Brasil cuando le invitaron los grupos revolucionarios influyentes a presentar su candidatura presidencial y con facilidad accedió al triunfo electoral para detentar el poder político en México. 

Así rindió protesta como Presidente de la República el 5 de febrero de 1930, pero ese mismo día sufrió un atentado que le impidió ejercer el poder durante los primeros sesenta días, lapso suficiente para que mermara su autoridad política, pues las diversas fuerzas revolucionarias del país no podían prescindir de una dirección fuerte, so pena de regresar de nuevo a la lucha armada entre ellas. 

Al retomar el poder, para imponer su jerarquía se enfrentó con algunos gobernadores influyentes y se distanció del Jefe máximo de la Revolución, Plutarco Elías Calles. 

Esto último era considerado como una especie de pecado mortal, así que se inició una campaña de desprestigio de la cual salió el motete mencionado. 

Cuando presentó ante el Congreso su segundo informe de gobierno, advirtió que su liderazgo ya era motivo de desunión, así que al día siguiente, el 2 de septiembre de 1932, renunció, quedando en su lugar Abelardo L. Rodríguez, también parte del Grupo Sonora.

Sin embargo, en un análisis serio, se advierte que Ortiz Rubio en tan solo dos años fundó la Comisión Nacional de Turismo, se establecieron en Baja California los dos territorios, el Norte y el Sur; y se construyó e inauguró la carretera de México a Nuevo Laredo. Además se promulgó la ley federal del trabajo; se suprimió el territorio de Quintana Roo, y se ampliaron los límites territoriales de Campeche y Yucatán. Adicionalmente ‘El Inge Pascual’ se dio tiempo de escribir, siendo de su autoría los libros: Memorias de un penitente; La revolución de 1910; Apuntes Históricos; Apuntes geográficos del Estado de Michoacán y el libro de Memorias. Pascual Ortiz Rubio en realidad no fue mal Presidente sólo que no siguió la conseja popular que dicta: hasta los animales eligen bien a sus enemigos (el perro al gato, el gato al ratón, etcétera) y el Inge no supo elegir bien sus adversarios.