03/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

 

Abril 02 de 1903: reprime ásperamente el gobierno de Bernardo Reyes una manifestación política en la Plaza Zaragoza de Monterrey. Existen varias versiones de los hechos, que van desde lo publicado por el Periódico Oficial del Estado número 27 del día siguiente, en donde sólo se habla de eventos festivos conmemorativos a la batalla del 2 de abril en Puebla, y mencionando en forma sucinta un incidente lamentable ocurrido en ‘una manifestación’, mediante el cual, el gobernador Reyes informó al ministro de gobernación Ramón Corral que durante el acto oficial conmemorativo llegó una manifestación de nuevoleoneses y que él (Reyes) –continúa informando a Gobernación- recomendó a todos los participantes que respetaran a sus enemigos políticos, lo cual así se hizo. Sin embargo, algunos de los 600 o 700 opositores, ebrios y armados, insultaron a la policía y le dispararon, cayendo muertos dos agentes del orden, más dos manifestantes y un par de heridos. Hubo algunos detenidos y la población quedó tranquila.

Hasta otras versiones afirmando que el gobernador Bernardo Reyes pidó a los manifestantes que dejasen de apoyar a Francisco E. Reyes, el candidato opositor en las elecciones donde Bernardo Reyes buscaba su reelección, y que se sumaran a festejar la batalla histórica, pero los manifestantes siguieron adelante con su plan. Que al llegar la manifestación a una tribuna que habían instalado entre Palacio Municipal y la Plaza Zaragoza, cuando el orador del evento, licenciado Vicente B. Treviño iniciaba su discurso, unos francotiradores dispararon sobre los manifestantes cayendo muertos y heridos varios de los presentes. Y que además fueron detenidos: Nicolás Berezaluce, Vicente Garza Cantú, Eulalio San Miguel, Vicente B. Treviño, Francisco de P. Morales, Apolonio Santos, Esteban Horcacitas y Andrés Sánchez Fuentes; los pasantes de derecho: Galindo P. Quintanilla, Jesús María y Eugenio del Bosque y los señores Vidal Garza Pérez, Miguel Morales Zaragoza, Rafael Garza Martínez, Julio Galindo, Adolfo Duclós Salinas, Julio Morales, Gonzalo N. Espinosa, Anacleto N. Garza, Hipólito Díaz, Epitacio Rodríguez, Luis Guajardo, Godofredo Obregón, José E. Meléndez y Amado Bocanegra. En una tercera versión, de Camilo Arriaga, en “El Gráfico” del 12 de diciembre de 1930, narra que, “En 1903, el pueblo en masa preparó para el 2 de abril de ese año una gran manifestación, tan espontánea a favor de su candidato, pero el general Reyes en su despecho porque esa clase de manifestaciones no eran para él, colocó tropa armada en los altos del Palacio Municipal, con órdenes de hacer fuego sobre la muchedumbre que tenía que pasar por allí. Orden que fue ejecutada al pie de la letra, quedando la calle momentos después, cubierta de muertos y heridos”. 

 

Y por último, comento la versión especulativa de José R. del Castillo, autor coetáneo de los hechos quien afirma que Reyes ya había caído de la gracia de Díaz, por lo que regresó a Nuevo León en una pésima situación política y plantea, que los oposicionistas de Reyes, “estaban azuzados y sostenidos por las intrigas científicas (del grupo de los Científicos) que desde los primeros días de su nueva administración es molestado por un partido oposicionista, valiente aunque muy mal organizado, cuya primera y única campaña fue la del 2 de abril de 1903, con suerte tan aciaga que siempre se recordará en aquella ciudad y en todo el país”. Sea como fuere, las diversas versiones -incluyendo la publicada en el periódico oficial-, dan cuenta de violencia extrema que costó varias vidas, cuatro según el gobernador Reyes, quince en la versión más agresiva, pero en todas coinciden que hubo una redada para detener a muchos manifestantes. Con esta fecha se inicia la caída de uno de los grandes gobernadores de Nuevo León, Bernardo Reyes, quien no merecía un final tan dramático como lo hemos comentado, en la efeméride de la Decena Trágica, una década después.