06/May/2024
Editoriales

Olvidemos el sistema de castas

 

Los mexicanos escuchamos tambores de guerra cuando las autoridades escolares promueven todo tipo de relación sexual, fomentando la nueva enseñanza biológica que promueve una idolatría al cuerpo, olvidando el tesoro mayor del ser humano, que es el espiritualismo, el amor y la familia.

Pero lo grave es que son varios los frentes de guerra, que empiezan en la arena política, pues nadie hace caso de las leyes electorales, y no hay autoridad que tenga los tamaños suficientes para hacerlas valer, pues unos funcionarios descalifican a los otros.  

Para poder conseguir este caos en donde la sociedad se dividió, se inventó un nuevo sistema de castas para fraccionarnos a los mexicanos, regresándonos a los tiempos coloniales. 

En el nuevo sistema de castas, los que eran antes los peninsulares y criollos ahora son los fifís, mientras los mulatos, moriscos y coyotes ahora les llaman chairos. 

La nueva presidenta de la República, llámese como se llame, tiene su primera labor importante: erradicar el sistema de castas impuesto en este sexenio, pues actualmente  

todos vemos en nuestro ‘contrario político’ a un ser repugnante, del cual debemos defendernos y, en consecuencia atacarlo. Cuando en realidad somos todos mexicanos; las ambiciones políticas de unos cuantos no pueden dividirnos a quienes debemos estar más unidos que nunca.