07/May/2024
Editoriales

La gastronomía nuevoleonesa

Nuestra cocina es una muestra de la riqueza cultural de Nuestro Estado que, sin ser endémica, al paso del tiempo se ha adecuado para darle una pátina especial con exclusivos sabores de nuestra tierra. 

La carne asada a las brasas o más bien todo lo cocinado a las brasas es de raíces judaicas que trajeron algunos de nuestros primeros pobladores. Es el mismo caso de las tortillas de harina, que es variación del pan ácimo bíblico de los judíos. Y el cabrito al pastor comparte ese origen judaico. 

El pan, dulce y salado, es una aportación hispánica. El chorizo es también una buena adaptación de los padres españoles. 

La tortilla de maíz y su variación las gorditas, es un lazo con la mexicanidad, que fue traída por los tlaxcaltecas entre los siglos XVI y XVII. 

Las enchiladas rojas son aportación de los potosinos que vinieron en el siglo XVI con el gobierno de Martín de Zavala. En tanto que los tacos rojos de papa, son un subproducto de las enchiladas, pues al día siguiente de las fiestas en que se servían enchiladas se machucaban las verduras sobrantes, se untaban las tortillas en manteca y rellenas de aquel potaje se doraban en un comal sobre las brasas.

La carne seca, común en todas las culturas del desierto, es una forma práctica de conservar la carne para largo tiempo. Sin embargo las vísceras debían consumirse rápidamente y de ahí nacen los machitos y los cuajitos. 

En cuanto a los ricos dulces de leche, son originados también por la breve duración de la leche de cabra, que es difícil de conservar, y al reducirla al calor con azúcar y otras especies, dura largo tiempo. 

Pozole, Menudo, Asado de puerco y otros alimentos guisados en chile rojo son aportación de los esclavos negros que llegaron a nuestra tierra. 

La Barbacoa es de origen prehispánico, Los Cortadillos, Picadillos y las Albóndigas adquieren su sabor especial al ser cocidos en ollas de barro, ahora en las ollas de presión o vapor. 

El orégano de la región proporciona un especial sabor de nuestra tierra a muchos platillos. 

Nuestra cultura gastronómica se ha incrementado con platillos de otras regiones del país, derivado del gran número de migrantes nacionales. Tales como las quesadillas estilo México; los tacos de canasta del sur (Acapulco); los tlacoyos, sopes, bocoles, y flautas han llegado de todos los rincones del país. Tampoco faltan restaurantes del sudeste con cochinita, pollo pibil, y panuchos. 

En estos tiempos, y a todos los precios, se puede encontrar en la Ciudad comida china, italiana, japonesa, argentina, coreana, peruana, y venezolana; además de los muy sajones sándwiches, hamburguesas y hotdogs.

Hoy vivimos un resurgimiento de la cocina mexicana con los chilaquiles, las quesadillas y gorditas de maíz con guisos del centro de la república, carnitas estilo Michoacán. En fin, ahora en nuestra tierra puede comerse cualquier comida del mundo, siempre con el mágico toque nuevoleonés.